Al borde del placer

entra en la Sumi

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sus labios ligeramente pintados de rojo m

e trabajo, ya que necesitaba el dinero. Siempre había querido trabajar como asistente personal de un alto ejecutivo corporativo

podía creer que hubiera recibido la llamada tan tarde en la noche; sin embargo, asumió que los ejecutivos debían te

persona tan ocupada necesita una asiste

compacto para comprobar su maquillaje. Se preocupó de mantenerlo ligero, solo lo suficiente para acentuar sus suaves rasgos faciales.

rando cubrir sus rodillas. Este vestido no era su primera elección para una entrevista de trabajo, ya que era el que usaba a menudo para ir a la iglesia, pero debido a la poca antelación,

cerradas y no había nadie alrededor. Se acercó sigilosamente a las puertas y dudó en no saber si llamar o entrar. Después de morderse el la

ntó sua

Ho

nte que no podía ver más allá del fondo o de los lados de la habitación, que estaban muy oscuros. Avanzó hasta el suelo de mármol y notó que en el centro había un pequeño círculo de unos 4 pies de diámetro. Al

ente

bía que venía de delante de ella. L

nte quieta y logró una p

aquí? —Volvió

trevista de trabajo.

la respuesta tranqu

a su otro brazo y lo agarró, pero al darse cuenta de esto, rápidamente

demostrar por qué estaba aquí. Se pregu

í porque e

ga pausa, durante la cual ella volvió a

e ha habido

rás a menos que se

la temperatura de su cuerpo se elevaba

Después de no recibir respuesta siguió—:

se detuvo cuando la

es el t

spués de luchar cont

Sí qu

stás y no hables a menos

ba el dinero. Dando la vuelta y mirando hacia adelante se quedó donde est

cibir el sarca

stido tan bonito, y la cara toda maquillada. Apuesto a que

lvajemente, preguntándose en qué se había metido. No sabía qué hacer o incluso si

e a la p

supongo qu

primera pregunta, ¿

de sudor rodar

la mayoría de la gente qu

menos que sea para responder a mi preg

e recuperó más rápido sin querer mostrar a quien

vió a la n

re ti… Sé la verdad… Te lo pregunta

pregunta una y otra vez empezó a sentir que el control sobre sus emociones empeza

s de mí? —pr

s a la pregunta. ¿Po

la respuesta sobre el trabajo

aflojó y comenzó a luchar contra las lágrimas. T

te muestre por

ella vio las piernas del hombre acercarse mientras le subía la luz hasta su cintura. Llev

ntamente para ver su cara, la

la

la atrapó de lleno en la cara, dejá

del shock de lo que acababa de pasar. Sintió el dolor de la cachetada y caviló que el rojo se esta

orque eres una puta y

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