te mientras escondía su cara en

voz se elevó esta vez más que la anterior. Exce

ó a sacudir su ca

ra que mirara directamente a la luz. Inmediatamente se quedó ciega y no pudo ver la cara del hombre que estab

la

ando fuerte contra la otra mejilla de

dmí

ecida. Todo lo que podía hacer era quedarse s

la tiró

i misma. No mereces llevar vestidos bonitos. No eres u

dor mientras acumulaba insulto tras insulto sobre ella, pero no podía decir esas

mbros por detrás, y pudo sentir su ali

bonitos, ¿verdad? —Y con eso su cuerpo se sacudió y escuchó

ooo —s

vió a la oscuridad arrastrando

¿eh? Entonces dime ¿por qué tus bragas e

a larga

s bragas y siente lo mojada que estás. Lo

viendo lentame

lo mojado que está tu coño. ¿O quieres que lo h

, lo haré! —gritó c

vergüenza. Su mano temblaba, y no pudo evitar tocar su clítoris mientras deslizaba sus dedos hacia su centro. Su estómago se apretó con fuerza cuando sintió que algo, que nunca había sentido antes, se movía dentro de e

evo a tu coño, y sie

us dedos se deslizaron entre sus pliegues interiores. Sus ojos se cerraron al sentirlo y sacó su mano otra vez. Cuando

miles de preguntas. ¿Cómo puede ser esto? ¿

y detrás de la misma sabía que estaban las respuestas a las preguntas y las du

r instintivamente el toque de un hombre. Sentir sus fuertes manos agarrándola y ser usada por él para su placer. Quería sentir su dureza dentro de ella, tomándola, poseyéndola. Un sofoco de vergüenza volvió a pasar por su cara ante tal pensam

… Di: soy

oy una

Di: soy una

te a sí misma a través de sus bragas, su olor ahora llenaba el aire a su alrededor, su cuerpo empezab

res una polla de

sintió que el fuego de sus dedos comenzaba a

na polla dentro

para verla. Se frotó la cara contra ella dejando que el calor le quemara las mejillas, primero una y luego la otra. Era tan hermosa, tan asombrosa. Se olvidó de sí misma y la cogió con ambas manos sin preocuparse de que la cubriría con los jugos de las yemas de sus dedos. Abrió la boca

lla. Todavía había una cosa más que ella debía aprender antes de que esta noche t

uieres mi p

u polla —

polla con fuerza mientra

to añadiendo

olla! ¡Señor!

eron por su cara. Su rímel corrió por su rostro. Ella sintió el comienzo de un incendio que la bañaba… esta vez diez veces más que antes. Empezó a perderse en la pasión y a

cada parte de su cuerpo. Todo lo que podía hacer era imaginar el sabor agridulce y chupaba salv

soltó su esperma caliente sobre su cara. Ella quedó hipnotizada al ver su

emblar incontrolablemente. Intentó furiosamente cerrar la puerta de su orgasmo, pero no pudo; era demasiado tarde. Sintió que algunos de sus jugos gotearon sobre sus l

rraba su pureza e inocencia sin piedad. De rodillas, su espalda se dobló violentamente al ser mecida por olas de pura energía y placer, una y otra vez… sintió que ca

lva

o el si

empapadas con sus jugos que ahora eran transparentes, las cual

emente en sus fuertes brazos y caminó ha

la suave y cálida voz del hom

s mía,

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