e remuevo en búsqueda de alivio, pero aquello fue imposible, y se au

frente de mi, tan rápido como un gato, me hago a un lado sin importar las consecuencias. Per

lorosa y con mi mirada gacha, no quería ve

o la reconocí en lo absolut

nunca he tenido una. — Hablo por

ta que el jefe esté a

egro, su cabello era de un color cenizo y matices negras, ella me sonrie con pena tratan

esitas

iego con

mbre de por lo menos de 1.90 metros, vestido con un traje d

ráele a nuestra inv

ida seño

esconocido, llevo mis rodillas al pecho como mecanismo de protección, no

or caoba estaba perfectamente peinado hacia atras, y sus penetrantes ojos azules no dejaban de verme con curiosidad,

tro hombre, cerré mis ojos con fuerzas para evi

su voz de inmediato, fue el ti

l señor Petrov. — ¿Tiene

fanato desde que nacío, no hay

puedes r

a puerta y la cama en

illido llen

or no me h

o pienso hacer nada de

jos y nuestras miradas chocan, la intensidad c

i y no tienes más opción que aceptar,

e dar una huér

onmigo, eso es lo

a verlo como si tuviera un tercer ojo. — Ni siquiera

íder de la mafia rusa en Nueva

me voy a casar con un maldi

la cama alejándome lo má

vanta de la cama encogiéndose de hombro

ierto. — yo voy a guardarme para mi esposo verda

te aburrido de nuestra conversación. — Si te casas conmigo puedo prometerme una

r la mujer más pode

e, no hay excepción alguna. Tendrás dinero, po

to, yo lo único que q

s, te irá mucho mejor

e dejando ver nuevamente a Rosa c

or aquí, yo tengo q

esa dentro de la habitación para lue

dres, una mujer pura y casta, debo tener una buena mujer que… me ayude a tomar buenas decisiones, pero realmente la monogamia es algo que no me gusta, y

tener otros nov

a una fuert

o no comparto

debo aceptar que est

de poder, y yo soy qui

o aceptaré s

corralandome contra la pared. — Tu eres mia, yo te compre, pague 5 millon

soy o

e la barbilla. — Así que asume tu rol como mi prometida, po

so en mi frente, y mi reacción no es la que esperaba. En lugar de sentir asco o disgusto, como podría h

cuerpo estuviera reaccionando de una forma completamente distinta a lo que mi mente intenta racionalizar. Me pre

rega Artem. — Mi padre no se estupido com

futura esposa en una subasta de m

de arriba a abajo, como juzgandome con la mirada. — Luego pensamos en lo que di

o me habían visto todos los que entraron en la ha

e pregunto tratando de no verl

a que te traiga

o al poco tiempo entra una chica, de por lo menos mi edad, su cabello suelto y completamente l

a esto. — Aquella chica me miró de arrib

ropa y trato de darle una

salió de la habitación d

no le caigo b

retada de los pantalones, me miro en el gran espejo, y a decir verdad hace que m

mente se abre y Artem entra, su

cabeza para que sali

a aceptar tu petición, debo decir

go, yo soy qu

haber respeto, no un simple “Andando” — Trato

stupideces Esther. — Artem p

” y que puedo tomar decisiones, ahora, mi primera petición es

e brazos y entre

puerta, te atare y te llevaré de nu

de la habitación, y mi boca se abre de golpe al ver lo lujoso que era el lugar, todo era de mármol b

único que sale

r la casa, pero primero reso

, a medidas que bajamos mujeres con uniformes se me quedaron vi

a gran casa donde estaba el ho

entro comercial, Es

guida

instintivamente tape mis ojos para evitar que el sol siguiera haciéndome daño. Artem tira de mi mano y lo