stia

o resultado conocer a una mujer como ella... Gilliam Warren, hasta el nombre era bonito. Ese lindo cabello, parece de fuego, es brillante y tentador

una muy buena explicación de su trabajo, lo

vencita quinceañera que no conoce nada del sexo y sus beneficios. No creía que fuese virgen, quizás hasta hubiese tenido muchos amantes y aquello solo fuese u

con el rostro tan

tardes

s—dijo cortan

, insistió en esper

ue no la pases a mi oficin

ró agrediendo a todos a su paso

contratarla a ella!— dijo furioso, la joven lo miró con ojos car

dijo nada más

mujer poniéndose en pie, ya que estaba senta

mi consentimiento, este no es un lugar en el que puedas entrar a tus

caminó hasta él y le rodeó el cuello— hagamos el

ando varios pasos hasta aprisionarla entre la pa

er mieles y azúcar— le acarició la ancha espa

í observándolo con expresión sorprendida— tengo mucho que hacer— se se

. Sebàs

s enojar— dijo en un tono tan frío, que la joven sintió su quijada tembla

su número. Observó la pantalla, queriendo marcarle. Luego se rep

oco de los libros que tenían más posibilidades para aquel evento tan importante y el área donde pondrían a los nuevos escritores que serían promocionados. Aquella había sido una tradición implantada por su padre,

te. Aquellos enormes ojos color esmeralda,

ches, seño

n— le saludó— ¿alguna

día estuvo bas

é, que sirvan de cen

ted diga

a había ayudado a despejarse de sus malos y turbios pensamientos por un rato, lle

ya?— le pregu

después de darle un beso en la fren

ió— comí mucho con las ch

iego, ha pasado

añana durante la

pasa buena noche, el

e— todo estará bien, papito. Saldremos de esta, te lo aseguro.

la tuya— bromeó— estamos enterado de todo, que alegría que promocionen nuevos escritores, n

uno de los benefactores más grandes de la bib

?— preguntó su padre

mi

de oro, qué alegrí

nte... perturbador. Es como de un au

s, tesoro. Solo ten mucha paciencia, he escu

ra convencerse a sí misma— me daré una

uerdo,

stán Alex

habit

a mejilla—buenas

noches,

el, se metió bajo las sabanas, sintiéndose aun agitada a causa de los

exhortó. Buscó su celular en la mes

qué bueno

r sin saber de ti— le

él— me encantaría q

é, pe

remos después preciosa. Cuént

son unas locas, la verdad. No s

oras— l

Adam, y Rita con una panza enorme, se ve

espués de haber pasado todo

sean felices, l

guro. Te amo Gil, soy tan

ecial para mí. Te envío un beso,

naremos...—

mos, no lo he o

la comunicación. Ella suspiró y dejó e

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quinta vez, su respiración acelerada y el pulso desbocado. Miró

acaso no

rmento, maldijo porque hacia muchos años desde que una mujer había logrado perturbarlo de aquella manera y como era d

odía clasificarlas; las que lo habían herido, las que se acercaban por interés, las que solo buscaban pasión. Si, había tenido mu

perfecto lobo solitario; Sin amigos, sin novias o esposa, solo amantes de turno que no se aferraran

os esmeraldas lo es

rmela, y me la cobraré muy cara— sonrió maliciosamente, mien