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Historia
CUATRO AMORES

CUATRO AMORES

Autor: C.I.DÍAZ
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Capítulo 1 1

Palabras:3212    |    Actualizado en: 14/12/2023

de la banda de Los Cuarenta, con la que llevaba cuatro años, sino también como una de las más bonitas. Su largo cabello rubio y sus grandes ojos color miel complementab

bradas a dedicar largas horas al ejercicio, además d

esto muchacho apenas un año mayor, también considerado como una de las voces masculinas más destacadas de la banda, la cual estaba compuesta por c

ena, prendas ahora reemplazadas por la larga camiseta gris sin mangas, la cual acostumbraba a usar para irse a la cama. Las manecillas marcaban la una y treinta y cinco de la madrug

la habitación. Pero no fue el hermoso rostro de su compañera el que se encontró al otro lado de la puerta, sino la enorme sonrisa de un chico desconocido, de alrededor de

er! ¡Estoy abrazand

itar para luego preguntar mientras

n es? ¿Quién l

e ama en este mundo y nada

icia, no lograba deshacerse de la

me ir –grit

erecho del muchacho, seguido por una patada que aterrizó en su rodilla, y una tercera que vino a estrellarse en su espinilla. La cuarta patada, esta vez por parte de Mónica, impactó la parte baja de su estómago, logrando que el muchacho vestido de negro quedara fuera de combate mientras se retorcía de dolor. No pasó más de un minuto antes de que Rodolfo, el mánager de la ba

de haber visto mucho mundo a sus treinta y

u cuerpo temblando como si estuviera p

, una vez se aseguró de que los hombres de seg

, se abalanzó a abrazarme y darme besos ap

raba de consolar a la que se había convertido en su m

? –preguntó Patricia al no

el muchacho de negro y de mirada respl

está loco –

mor por ella, Patrici

o lo dicho por el extraño hombre mientras levantaba los hombros y

abitación de los agentes de seguridad del hotel. Los acompañaban dos

conviertas en mi mujer –dijo el muchacho,

de los policías se lo llevaron, el ag

ó a hacer daño? –su pre

a, solo me abrazó y me dio algunos besos e

vimos más opción que cogerlo a pat

–adhirió Arturo adjunta

? –fue la pregunta que sig

mirar a Rodolfo esperando que el mánager le

o al policía–, creo que ella no tendría el tiempo

s serviría para que a ese hombre lo encierren ha

os traumas a sus víctimas. Después de un poco más de dos años, aún no estaba segura de haberse repuesto totalmente de la horrible experiencia que había vivido: el secuestro del cual había sido víctima, y que la había alejado de su familia y de su adorado

ho que a sus veintiún años, y como director musical del grupo, se sentía responsabl

l mediodía, de lo contrario nos

ver a ese hombre –intervi

ne que firmar una declaración, algo que no

vo que cantar por primera vez en un club de su ciudad ante unas doscientas personas, ni cuando lo tuvo que hacer dos año

sin antes dejar en claro que hablaría con las directivas del hotel para que la seguridad de la reconocida agrupación musical fuese mejorada. El mána

r, y mañana Arturo y yo te acompaña

ia no tardó más de cinco se

nita? –preguntó Arturo

Nunca me había

la estación –dijo Mónica poniendo

reo que ahora entiendo un poco más

ría entender lo que ella había vivido durante su mes de secuestro, pero supuso que lo que

ituaciones no deberían… existir –dijo Esteb

e? –preguntó Patricia sentá

sueño? –preguntó a su

e siento que los o

ntes, te ayudará a soñar con los ang

quí? –preguntó Patricia dirigiendo su mirada a los

muevo hasta que salgamos mañan

le guste que rompamos los protocolos –dijo Esteban, el apuesto ba

res años, las riendas de la banda juvenil que estaba convirtiéndose en un fenómeno mundial. Recordaba las épocas en que se limitaban a tocar covers en pequeñas presentaciones en colegios, universidades, bares y eventos empresariales. El

do efecto –el comentario de Esteban correspondía al estado en que Patricia se encontraba: con sus ojos cerrados,

ace un poquito ordinario –

l apuesto baterista–, es simplemente la maner

mpresario y promotor no dejaba de cumplir un excelente trabajo. Gracias a su actitud positiva, bonachona y sonriente, había logrado que los cuarenta miembr

as, pero creo que es hora de que todos volvamos a la cama –Arturo no se olvidó de

que es más que obvio que ya está en los brazos de Morfeo… Y por la seguridad no se preocupen, cuando fui

ica observando cómo Patricia p

hubiera sido víctima de las pretensiones de un tipo ta

e todos lo tomaron con mucha tranquilida

dijo Mónica mordiénd

n al abrazarla, sintiendo su largo cabel

hubiera sido yo la que le

a que estaba sola, no creo que

s cómo sabía que

vino antes y en vista de que nadie le abrió, se quedó e

ubiera llegado p

o se hubiera atrevido… –dijo E

odo fue un fa

ía seleccionada a su víctima desde mucho antes… No es el caso de la muje

consciente de su belleza, jamás había actuado de manera orgullosa o prepotente. Muy al contrario, a pesar de su gran éxito c

to en que ese hombre ya debía

ose igual de histéricos a como el público lo hace cuando mira a Pati cantando

a a ti cantando <<

a Voy>>… –comp

ieran sobrenombres tales como <>, <> o el que era exclusivo de su uso: <>. Pero ahora, con el pasar de los días, ya no estaba tan

i cantando <

al menos Arturo y Rodolfo estuvieran lo suficie

estos a toda esa clase de cosas, sobre todo cuando eres una niña t

esta… –la sonrisa de Esteban

de asuntos –aunque torciera la boca, la Monin

chores estén enterados y de

emor? –Mónica prefirió continuar la conv

l de un ataq

Exa

vó el hecho de que so

cían que parecía de diez y

eras u

picardía en la sonrisa de su Monina era una de

en que en ese momento tenía diez y seis años, pero af

treinta y cinco en esa época, y apenas me vio

lejos de provocar un pensamiento criminal en unos tipo

derastas –comentó Mónica a

el presente lo único que me dice es qu

empezaste, creo que fuiste el q

olegio nunca he tenido una pel

ue era un mo

amente el mundo está

oteger… –fue lo que alcanzó a decir Mónica antes de que sus labio

–la mirada de Esteban se posó

rés y se la llevara… –Mónica vo

todo esto que sucedió… –Esteban mostr

Creo que fueron a ese restaurante boni

a está en el cuar

y decidió irse a dormir rapidito… Como esta niña cada día

si yo estuviera

ivina? –preguntó Mónica volteando a

nda eres tú, y eso

íamos quince años, ahora Pat

mejor –dijo Esteban instante

e sigas pensando

ro que sigas a mi

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