La acompañante

cierto y lo único que deseaba era salir corr

taba pensando en invitarme a una de sus fiestas

n como escapar del lugar sin ser persegu

un concierto magnífico, mira cuanta gente —dijo Arturo señala

alejé y empecé a mirar a mi alrededor, muchas personas se ac

el país, especialmente después del escándalo por la ruptura con mi ex prom

abandono no había sido del todo malo, me sirvió para alcanzar el éxito que hoy poseo, aun así no me siento

encajar, tantas chicas fingiendo una sonrisa ante lo

o Arturo palmeando mi hombro—, si estás aburrido t

en ello la oportunidad de escapar del sitio, en que solo se

y un mejor ambiente en ese

ron a pesar de que el equipo de segurid

Arturo en medio de la algarabía—

atro hombres de seguridad, los cuales no consideraba necesarios,

abullirme, y fue justo lo que hice, cubrí mi rostro con un pañuelo de tela fingien

ón, escuché la voz de uno de los hombres de seguridad decir que por ahí.

mirándola y al escuchar a los guardaespaldas

do, escuché a uno, decir que debía

en servicio, es muy común en esta

entrepierna, apreté la mandíbula y le

os hombres, por favor no grité —le susurré—.

o, ella abrió sus ojos como pla

ted bien,

pianista, ¿uste

nuevo, la mujer

o escapar de mis guardaespa

Yo ayu

su nombre? —pregunté recorri

anca que parecía un sostén cubriendo solo su busto, unas botas blancas

elina, es mi no

ted una acompañante, Angelina? ¿Le parece si la

r nada, me acerqué un poco más, da

mero —interru

empujó y ja

dijo el hombre jalándola por el brazo, con brusquedad

clamé poniendo mi mano en el hombr

o un par de trompadas, mismas que respondí, me derrib

ndo de su bolso unos billetes y arro

ella se agachó y sacó algo de su

lleve algún l

n genuina, su rostro era

riaguez, ¿tiene algún lugar al que podamos ir?, necesito maquillarme est

uiero decir mi habitación, no tengo una casa. Yo v

le pagaré por su ayuda y por el tiempo

ncio, le sonreí y par

odamos ir, un lugar que no m

ue Mia, me había dejado, era la primera vez que me fijaba en el tra

—dijo girándose

, no parecía decente y mucho menos legal, me pidió dinero

ormal, pero parecía cómoda, ella entró

iar su herid

gobió, dejando sus pech

té—. Sin ofender, no me hubiera imagin

guntó haciendo presión

que la hab

maginé que le gustara la m

su mirada en mí.— ¿Qué le pa

su escultural y sexi cuerpo, le hice el amor, me la cogí con rudeza, con pasión,

ice gemir mi nombre, me hizo susurrar el suyo, la toqué como a la más perfecta de mis melodías, me hizo que

—dijo intentando s

necesito esta noche —pedí besando sus lab

resar, no creo que sea conv

bé en la cama y empecé a besar su cuerpo, entre en ell

n momento llegué a pensar que fingía

ueña, pero resistente cama, gimió mi nombre, en un ahogado jade

caer en su vientre, sin

or —repitió cuando f

oche, eres mía Ángel —dije

a parecía nerviosa, rocé sus brazos con mis dedos y su piel