Te prometí que volvería

la iglesia colgada del brazo de su padre, Rufus Reynolds. Sus ojos reflejaban el amor que se

para su “jardín” infantil. Desde entonces siempre se las habían arreglado para estar juntos la ma

e su matrimonio… p

o ser est

sde la pequeña colina al lado de la iglesia, desde donde partía el camino ha

or sus mejillas, mientras veía la mujer de sus sueños a punto de entrar para casarse

r… Recordó ese terrible dí

………

o que adornaba el valle donde se asen

mundo. Casi siempre lo sorprendía por lo rápida que era, lo abrazaba por la espalda mien

orzada, y la palidez de su ros

uvenil rostro, donde aún no se marcaba ninguna

todo bien? —preguntó aún cuan

antes de abrazarlo y ponerse a llor

rque ¿Qué otra cosa podía ensombrecer de esa manera la cas

res, Lottie? —la angusti

da en su pecho, al mismo tiempo

la apremió más. Simplemente dejó que ella descargara su a

utos y luego, con el cuerpo tembloro

eflejaba en los hermosos ojos azul zafiro. Estuvo batallando por unos

rian! —la angustia hizo que

de casarse, de comprar una casita modesta y tener muchos hijos mientras él traba

n su mente y su rostro pal

jo con la garganta atenazada por e

s lágrimas aumentaron de nuevo, pero tragó fuerte y

a —comenzó a decir— Y de pronto mi padre entró y sin de

es por allí con el hijo de Clara Lancaster. El mes que viene te casarás con Regin

miré desesperada a mamá, pe

amilias pudientes de la ciudad, su padre había muerto en las minas de las cuales los Taylor eran accionistas

y que te amaba a ti —dijo con la angustia reflejada en su ju

¡Te vas a casar con ese muchacho y no quiero oír

chica hija de una de las familias más ricas del valle, siempre habí

ealidad. Jamás aceptarían que su hija r

ban con fría cortesía. Aunque la madre de Lottie siempre lo miraba como si fuera una especie de cucaracha humana. Sus

hizo sentirse miserable por primera vez en su v

quiera —se dijo— Y voy a ser

o con convicción mientras la miraba a los ojos sost

aquí —le dijo