la emoción, mientras llegaba a la dirección
rles que ya había encontrado apartamento, que cuando lo tuvi
rnos del centro de Londres. Se abrazó a él y le volvió a dar las grac
verlo, no? —dijo abriendo
—dijo sig
s, dejando atónita a Madison: la entrada parec
or lo menos cabían quince o veinte personas. Se metió, fijánd
! ¡Por Dios! ¡Este es
broma, verdad? —dijo admirando los a
cosas más serias que he hecho en mi
cara de su hermano cuando se
ibidor con una puerta. El suelo estaba enmoquetado, igual que en los hoteles y la ce
a plana y de metal como todas las demás. Al instant
dison —dijo Andrew, apartándose
día ver toda la ciudad desde allí; una cocina que daba al enorme salón, similar a los que se ve
! —exclamó Madison, a pu
ta —dijo orgulloso Andrew, que
que Madison no la confundiera con la suya. Así evitaría pregun
r cuál es tu habitación —dijo, haciéndole
l hasta llegar a una puerta que estaba al fondo.
io, armario, lámparas, mesillas y una gran ventana que daba al mismo paisaje que ha
llando de alegría. Esto era más
ien se había apoyado e
era sido por ti, supongo que hubiera tenido que volver a Br
conozco que en realidad valen la pena —dijo cariñoso And
e estaban a punto de salir de sus
rew con voz un poco culpable, cuando empeza
recho a llevarse las llaves de mi auto! —gritó alterado un castaño entrando en el penthous
or saber que su hermano se había llevado las llaves de su preciado coche
evado para que no condujeras en ese estado… —dij
ante a Andrew, quié
ha llegado…
—dijo Madison con
la de un brazo y lle
la sala, Carter le seña
al recibir la mirada alarmada de su hermano para que dirigiera su
o Chris, volviéndose hacia su amigo y quedándo
na de sus manos en la espalda de ella y est
nto a Chris —dijo
ó con su sonrisa zorruna como él sólo sabía hac
nocerte, Madison
aludida y decidió responde
a un poco desconcertada, pero son
este asunto y presentía que la otra parte no iba a ser para nada amable, ni por
tu nuevo compañero de apartamento —dijo ras
su amigo Carter, que parecía que
rter y Madison, miran
ue Chris se iba directo hacia la puerta de salida, pero sólo bastó una mirada de Andrew para
¡De que me has engañado!
viene en gana, eh!? —esp
salir por patas junto con Chris para que resolvieran ellos dos el problema. Claro, se iban