La llamada

arma golpeando mi escudo me mantiene despierto, estoy cansado y exhausto, llevo peleando desde hace varias hor

erpo caiga al suelo como un saco. Tomo grandes bocanadas de aire, estoy demasiado agitado, el sudor de mi frente cae sobre mis ojos, obligándo

perar, el jefe está parado a unos metros de mí, con su arma desenfundada y su casco sobre su cabeza. Tiene una mirada estoica, postura f

y yo sé que no va a rendirse pacíficamente. Camino un poco más hacia él, deteniéndome

siga alargando este combate, en especial porque estoy cansado. El jefe golpea la orilla de mi escudo, haciendo que su brazo tiemble y aprovecho esa oportunidad para arremeter contra él, pero no por nada ha vivido tantos años ya que se ha recuperado más rá

incipal, se acerca a mí y me felicita por mi excelente desempeño, como siempre. Me limito a asentir con la cabeza

es posible, ya que a mi padre le gusta enviarme a expediciones muy seguidas. Últimamente hemos tenido que venir a saquear varias aldeas sin descanso, al punto que no puedo dormi

ocupa en estos momentos, que deje mi descendencia en el mundo. Nos miramos directo a los ojos, él toma una gran bocanada de aire y se pone a darme el discurso de siempre, que es importante para un vikingo deja

para ser mí esposa. Para ser honesto, no tengo anhelos por casarme ni tener familia, no me veo teniendo esa vida, estoy demasiado acostumbrado a estar siempre

Siempre he sido un hombre bastante

por encima de su hombro. —Si no te gusta ninguna mujer de la aldea, aquí hay varias, puedes elegir una, pero lo digo enserio Rag

este lugar que me llame la atención— Desvío la mirada por unos in

ntras me da unas palmadas en el br

improvisado. El agua corre por mi cuerpo, llevándose consigo todo el estrés y pesadumbre que he cargado en todo el día, un suspiro de alivio s

na cama, pero en realidad no me molesta dormir sobre heno en el suelo. Observo la oscuridad por un largo rato y justo cuando estoy por acostarm

gnar— Su voz

¿S

o si fuera una hoja, al notar esto, aparto casi enseguida mis manos y hago para atrás mi cuerpo, l