s cosas personales y

eñor

tro jefe. Tomando las recomendaciones de Jessica, en el transcurso de la semana visité v

ssi

ame

stró ser una secretaria competente. Espero que sea así cuando Sebastián esté co

con mi vista hasta entrar al asce

amargura, sus reproches y sus demandas. Acaso es difícil decir

malo, por que su cara parecía la de un bulldog francés cuando tiene hambre, ¿porqué lo digo?. Bu

as y salí directo a mi casa. Al ver la parada l

ar frente a la puerta, busco mis llaves, al encontrarlas abro pero antes de e

Martha lo hacía solo por provocarme. Si, no lo iba a nega

ate,

e encendió en mi cabeza. Deje mis cosas en el sofá, salgo nuevamente y corrí para abrir la llave, intento ver dónde se encontraban por la ventana y

que di

ejas cuando sintieron el agua fría, ambos salen y al v

—les grito pero Alan se aleja de la vent

guera tirada y corrí hacia mi casa, cerré con se

aldita puert

rioso ordenarme abrir la puerta de mi casa

e para darme órde

, Estas loca Maricela, te co

que me dijera que me había engañado con otra solo por esa estúpida peq

gas lacrimógeno, abro la puerta ocultando mis lágrimas, mi rabia

vo porque me

comportas como una chiquilla, sin mencionar que te v

gas para rociar todo su rostro hasta

cansancio, todos los vecinos salieron al ver l

la ven con todo el desprecio del mundo y mas cuando ella lo abraza

so me cabrea más. A grandes pasos me

ida zorra, te juro que te darás

tranquila de trabajar y la perra solo para provocarme, gemía como la perra en celo que es

rayos hace

del brazo y me

entrada de mi casa. —Mari vamos

Loca —dijo Alan c

miga para darle una patada en sus bolas. —¡Maldito desgr

arme adentro, cerró la puerta con seguro m

i, debes s

cuchara. ¡Y no es solo eso, el muy cabron me dijo que era mi c

te d

abia mis lagrimas, era un desgraciado que no acepta qu

sa?. —Jessica intenta cambia

n dicho no tiene suficiente jardín para sus hi

mientras guía hasta el sofá —Mira,

estoy de humor para

eres oír de nuevo a ese par teniendo sexo toda la

pasó y tenia razón, si me quedo aquí me volveré loca si s

es la