ard entrar a su nueva oficina. Cerró sus puños
cirle al hombre al cual alguna vez amó con todo su corazón, y qu
que fuera cierto —le mencionó, incapaz por mirarla a los ojos. Sin duda el tenerla c
ude con algo respecto al trabajo con gusto lo hago, pero, como parece qu
e su cuerpo mientras ella luchaba consigo
e está hablando muchas co
s a ambos lados del escritorio. —Si buscan que alguien les explique el verdadero motivo por el que he regresado a Londres, la ún
que estás mintiendo. Me preocupo por ti Eleonore, y solo quiero saber cómo estás...—P
—. Es un tema personal, agradezco que te hayas tomado el tiempo de venir a percatarte p
do decirle, al notar la actitud tan frívola que aquella chi
qué tengas un buen día. —Intentó mostrarle una le
—él le respondió, alejándose d
debido a los errores que cometió en el pasado. Ella por su lado se echó a llorar pensando en lo dura que estaba siendo con é
en nuestros planes