La prometida del magnate

ichard Burton

de tanto tiempo voy a casarme contigo mi amor. —Le

ard. —Me contesta Samantha poniendo su ca

da Erika, ya no te acosa más por mi causa.

ígenes humildes y porque soy una simple campesina de mi país, pero sobre todo porq

n su sitio advirtiéndole que si una vez más comienza a atacarte, voy a toma

le la pena. Ella siempre desde que fuimos pequeñas me ha tenid

angelical, nariz llana y labios rojos como el carmesí. No solamente me encuentro perdidamente enamorada de ella por su hermoso ros

e tengo por ella. Para ser sincero tengo un poco de miedo de lo que Erika

ue desde pequeñas se han llevado muy bien

guardada desde hace varios días atrás. —Me dice Sa

e algo te preocupa. —Le aprieto las manos su

o sé cómo recibas la noticia que debo decirte. —

ías en mi amor? Tú sabes Samantha que soy todo tuyo desde h

una tonta en comportarme así contigo. ¿Me perd

tu secreto no hay problema, respeto tu intimidad y cosas per

rin

rin

rin

ser algo urgente que me llama a estas alt

ue llamas a las 11 y media de la no

os de luna de miel a Shanghái para ti

r conseguirme los boletos, en verdad eres un gran

añana a retirar los boletos de prim

noticias te dice Robert? —Samantha

ambién tengo mis secretos c

resa yo te revelo la mía. ¿Trato hecho? —Ella

a. —Acerco el rostro para b

Ella tenía apenas 15 años y yo 27, la diferencia de edad no fue obstáculo para enamorarnos, tampoco nuestros padres a pesar de ser de distintos estatus sociales, países y culturas. Yo soy

a suave color rojo, estaba arreglada con un vestido del mismo color al estilo victoriano, raro para esta época, sin embargo, no hubo ni h

dos el uno del otro. Al despertar me levanto en silencio para dejarla desc

por tu futuro matrimonio con Samantha. —Robert m

s el regalo más preciado que me tiene la vida. —Mi car

a que siempre tienes mi apoyo para lo que sea. —

amistad! —Le conte

e viajes después de desposarte con Sa

rin

rin

rin

es mi celular,

hard Burton? —Me dice una person

n es? —Le respondo expresa

endiarse. Lamentamos si alguien se encontraba dentro ya que solo quedaron