UNA ASESORA CURVY PARA EL MILLONARIO

él empezó a formar su propia empresa, pero buscando clientes para su padre, en sí, Massimo Parrow se convirtió en un empresario, comercializando objetos de val

esor, que sea grande para los números y negoci

, mandó a decorar con una gran diseñador para que fuera la o

aestras, ya que le gusta alimentarse de conocimient

cuando escuchó los seguidos toques de l

, lo hizo alzar su mentón para encontrarse con su m

caridad, puedes regresar el día viernes, que

engo de part

o...— él la

assimo se coloca de pie y ella siente su cuerpo estreme

señor Parrow, me

asesoras? Creo que

o no, se

do hacerme eso!

obarme, creo que usted tiene la edad

carajos me es

lo color rubio, y cintura pequeña, con unos enormes pechos a punto de salir de un vestido corto y ajustado, uste

e dich

o, pero de aquí no me voy hasta demostrar mi capacidad como asesora, puedo ga

a que él. —si vas a hacer mi asesora, cambia tu forma de

por usted, pienso que es usted el que debería cambiar esa mentalidad— ella mira el reloj en su mano d

andíbula. —te recu

rsona normal, además, quiero los días festivos, libre, no me importa si es una día que us

y ella presionó sus labios —¿Los ratones

a chica multimillonaria, pero al igual que su padre, ella quiere emprender por sí sola y está tan preparada, que quiere demostrar su talento con los números y hacer, Jaque mate a los empresarios. Ella tiene

scendencias en mujeres Villareal, ella fue la que más cuerpo sac

contrato, y me demuestras d

dispuesta a ofrecerles mis servicios, pero también le pi

a ceja —lo que si le dejo en claro señorita Jhonson, es que no toleró que vayan a meter e

ada— ella agarra el bolígrafo y luego el contrato que está encima del escri

educación, cuando ambos estrechan sus manos, sienten una corriente eléctrica recorrer sus cuerpos, por lo que ambos se alejan y ella s

ente a él, el cual ya está sentado —ya que usted es mi

trabajo, no de im

e ordenó que me lo dig

xitoso, pero no lo es, y le diré po

ica vestida com

profesional que soy y le acon

or encima de los demás, porque el que no es humilde no llega lejos señor Parrow, la humildad y la educación hace al maestro, le sugiero camb

estás cruzando

or lo que tengo tres puntos, el primero, es que usted lo hace porque no ha llegado la mujer que sacie su apetito sexual, segundo, p

jadas. —¡Tienes una ma

lo que él entiende que su compañe

re ser eficiente en su trabajo. Al ver a una ch

ssimo?— pregunt

ocupado— resp

de inmediato. —Tatiana, disculpa a mi... Secre

jugo de fresa sin azúcar, porque si como dulc

lo mira con desdén. —hasta nunca señor Parrow— se marcha cerrando la puerta de u