cha y baja contra el cielo, y cuya campana estaba tocando el cu
ás tarde, se apeo el cochero para abrir unas pue
calzada hasta encontrarnos antes la
un mirador las demás ventana
ncipal, abierta por una
aquí, señora -dijo la much
adrado rodeado
y chimenea me deslumbró al principio, en contraste con la os
re la visita se me pre
a habitación pequeña y
egre y , sentada en
a mayor encantadora inima
al inmaculado de musel
la señora Fairfax, no s
grande estaba sentado gravemente a sus
doméstica es difícil co
,no había esplendor que me
ntrar yo , se levantó
te para r