en aquel estado le propuso ir a estudiar en una escuela de negocios en Miami. Morgana no se lo pensó mucho y lo aceptó casi de manera inmediata. Ninguno de sus padres le dijo un
azón no decidías de quien se enamoraba, y que por más que la lucha sea fuerte, si el amor es verdadero, cederá. Morgana decidió pasar la página con aquella experienc
Pero no todo quedó ahí, porque fue protagonista de otra escena surrealista. Al punto que la hizo actuar como si entre los tres, ella fuera la persona adulta y sus padres, un par de adolesc
alabras, porque estaba al tanto de la situación. Sin embargo; era muy poco lo que Xavier podía hacer, y
r tenía maneras muy extrañas de manifestarse. Que al parecer la pareja se quería lo sufi
o que no conozco y el amor. Y ya a estas alturas de
ijo su tío ese día, después que había vivido aquel episodi
se encontró con Sultana, su perra salchicha. Se la había r
ando llegues», le había dicho y desde entonce
gimoteando y moviendo la cola para saludarla. Ella
ida -le hizo cariño-, la ú
pensó dando
ocina a servirle un poco de comida a Sultana, y destapar la botella de vi
erdos de su relación con Joe. Usando una balanza, pesaban más los momentos de peleas y de insulto que los buenos recuerdos. Movió la mano tratando de atrapar la espuma. Ente
r sido tan idiota
e todo. Desde el marketing, publicidad, logística y cada detalle del evento que incluía comida, bebida y hasta el ti
se conocieron hubo mucha química entre ellos, pero ella no estaba buscando una relación en ese momento. Estaba concentrada en su trabajo, ya que por ser nueva le estaba exigiend
xtrañas que la desconcertaban día a día. Lo primero que hizo fue pedirle empleo al señor Carson, para poder estar más cerca de ella. Luego vinieron las escenas de celos,
que Joe hiciera alarde de que estaban juntos, Morgana siempre lo negaba a quien le preguntaba. Incluso delante del mismo Joe y
a que cuidar a su padre. Pero lo cierto era que necesitaba un respiro de Joe, así él no la buscara, el solo saber que estaba en las mismas instalaciones
cia entre ellos. Pero no tenía resultados favorables, sino todo lo contrario. Joe afirmaba que ella era la infiel, y se hacía la víctima. Fue tanta la presión que hacía una
n3gr0, ceñido al cuerpo, resaltando su figura curvilínea. Con encaje floral, diseño de purpurina
y con el detalle en el tobillo también de purpurina. Acompañó su atuendo con unas argollas medianas de color plata, al igual que la sencilla cadena
o un poco de blush en sus mejillas, y los labios con un tono que pareciera natural. Al mirar su reflejo en el es
a, quería corroborar que no se echara para atrás
-respondió c
mos a
le deje un poco de comida y
rfe
perfume para terminar con su vestimenta. Fue hasta la
quí! -exclamó un
e inclinó hacia ella para acariciarla, enseguida aquella noble mascota
s continuaba acariciándola-. Eso quiere decir que estás a cargo de la casa, no creas que puedes hacer fiestas en mi ausencia
te, y ella sonrió complacida de que al menos había alguien que la entendí
y lanzándole un beso, tomó su pequeño bolso en
ía molestarla más, con las fotos que le había tomado esa tarde en el estacionamiento de la e
lar, Morgana! -se dio á
tinto estaba estacionada en frente del edificio, le pareció un poco extraño. Ella se
o de la ventana trasera, pa
tante en que se abrió la puer
-en los ojos de Lorena s
rpresa aún, pues ella no l
en él no le gustó, tal vez era porque se le veí
a hablado
le hizo sentir que esta
ella dijo, mientras el ch
intervino Lorena-. Solo esper
? -quiso saber Albert
una mierda -respond
No voy a permitir que la sombra
ana -Albert les dijo a ambas mujeres con una sonrisa, pero