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Historia

Capítulo 4 Sex🔥3

Palabras:2480    |    Actualizado en: 07/04/2021

zco co

mina eclesiástica del cielo, tengo mucha pasta para pagarme muchos

rme cada vez que por algo muy puntual, me v

fá, mirando el catálogo de monitores. Resoplé y lo hice en un tono muy alto para lla

en cada casa y yo, había perdido en piedra, papel o tijera y ah

na que me miró y cuestionó — ¿Nos tuvimos? — se puso de rodillas en el sofá, mirándome como yo dramatizaba — si no vienes ahora, ya no te voy a amar y

ro cocinas tú, yo ayudo— vino caminando hasta mí, y le sacó el dedo del medio a Li

rcajadas cuando le mostré lo q

las otras vinieron a ver mi enorme acto cu

definitivamente me quedaré con hambre

r los sandwiches, ella preparó una ensalada que ni e

Lindsey, que ya estaba vestida

uier ser humano, de la preferencia sexual que sea, admiraba.

s... Fue increíble y quiero que Callum me lo haga

antes de decir — ¿En serio traería a tu ma

i experiencia con el super sexy monitor que

ue sabe propo

ponerlas en perspectiva — mueve los dedos, que te mueres cuando te toca — me había ganado su atención y me estaba calentando solo de pensarlo — me imagi

ojando? — me reñía Lindsey abanican

ho tú qué te cuente?

follen y voy a entrar a la galería teniendo un or

e parecía demasiado. A mi hermana no parecían alcanzarles los días para hacer todo lo que quería

ionada galería del orgasmo. Nos cruzamos por el camino c

a, y aunque se veía por las palmeras y matas de plátano que movían

obre era un poco mojigata para este tipo de sitios pero tan

a delante, ella siempre ansiosa — vamos a ver una galería de orgasmos, supongo que sean cuadros o algo así, que indiquen posturas o cos

anera la calmó un poco y el corto resto del camino

casi que se sostenía solamente por el lazo debajo de mis pechos, era cor

e la isla y se veía un sit

dejar de mirar el sitio — que sean dos — dijo mi herman

por el techo del cielo que s

nga solamente y con una pajarita roja,

guiñando un ojo, ambos nos dieron a cada una unos

e me lo había entregado me sonri

, acercándome un poco a él, que ladeó la c

dole un pico al de la puerta me tomó de la mano

i mente creó para encontrar aquí

DERRR

da miraba exactamente lo mismo

ñas plataformas por todo el sitio, en las que se encontraban var

frente a cada plataforma, un corto número de asientos par

mpagne y tomé dos, me tomé una y delante de él, la devolví a la bandeja y me q

o tipo de orgasmo en vivo. Estaba asombrada y alusinada de pensar en

abía instrucciones para disfrutar debajo de cada pequeña plataforma en

ra venir a trabajar aquí, joder que relaja

tención pues yo había divisado

saje en la mañana y no podía evitar desear ir hasta el, que estaba deten

más adelante y cuando estuve frente a él

un vestido que marcaba todo su cuerpo y el solo llevaba boxer, que exponían u

tecible y el pasó la lengua p

mbas, cruzando las piernas, nos

de ella fue sacando el vestido de tela transparente de ella y lo dejó e

uflar los gemidos que se escuchaban ya por el sitio y te ponían la piel de gallina, sin q

s se abrieran entre sus dedos y ella se retorcía bajo sus manos. Encorvaba el cuerpo, apretaba los puños y se mordía lo

mer momento de inquietud entre mis piernas, tuve que cambiar mi postur

era una pieza con tres cadenas y tres p

con cuidado dos de las pinzas en sus pezones. Tragué saliva y sentí que quer

pinza que no podía creer

n poder evitarlo y nos miramos asombrada

o allí, la tercera pinza, haciendo que ella gritara de placer.

que in

mos observar bien lo que seguía y ya teníamos más público en nuestra plataf

olo segundo, cuando ya estaba metiendo la cabeza de

ues cada vez que encorvaba el cuerpo, le retorcían las pinzas y le tiraba el clítoris, por lo que debía aguantar quieta y yo que solo miraba, me sentí

me ponía muy cachonda y sentía mis pezones asomados a la tela de mi ropa. Me movía sobre la silla

feminidad de aquella chica y ella gritaba cada vez que era demasiado

os vacía la bandeja del chico que nos trajo alcoho

asta el abdómen de la chica, que justo en él, descansaba el centro de aquel jugue

sí lo entendió, tiró de lo que tenía entre las manos y sacó de un solo golpe las

de mi propio éxtasis y sin pudor alguno, mirándolo a él, que me veía solo a mí, abrí un poco las pier

el baño supongo, mientras el, acomodaba su e

a y no pude evitar lo que hice, porque q

la toallita entre mis piernas y mi tanga, camin

tener un o

my y supongo que envidiaron l

go para que los tengas mejores

bitación. Sin embargo, lo que más llamó mi atención, fue el hecho d

ía cómo me llamaba

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