img Una relación complicada  /  Capítulo 4 El límite invisible | 80.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 El límite invisible

Palabras:1578    |    Actualizado en: 08/05/2025

– El lími

cuerpo se desplomara en el sofá. El silencio era espeso, casi asfixiante, como si cada rincón de la casa supiera lo que habí

dvertencia muda. Jamás había sido así. Jamás le había hablado de esa forma. Ni siquiera cuando discutían por celos, ni si

mí misma? -susurró al tech

ocer relaciones tóxicas. Pero ella... ella estaba atrapada en una que se desmoronaba cada día un poco más. Y

óvil esperando que vibrara. Lo dejó en la mesa, boca abajo. Cenó sola. En silencio. Y mientras masticaba, pensó q

n una manta sobre las pi

os ojos. Que respondía a sus preguntas con la misma curiosidad con la que él formulaba las suyas. Ese hombre con barba cuidada,

itar ayuda. Parecía más bien estudiar el terreno. Y sin embargo, había algo... algo en él

se tipo de pensamientos. Era una profesional. Tenía una vida, aunque estuviera hecha peda

randon inclinándose hacia ella, s

stoy fingiendo t

. Y él lo había hecho. No fue un desliz. No fue un

aldo de la silla. La tomó, se la puso y fue a la cocina a preparar un

e no le ofre

etamente distintos: Dylan y su sombra posesiva, Brandon y su presencia inesperada. Y en m

no d

ndon cruzándose con los recuerdos turbios de Dylan. Una parte de ella seguía reproduciendo mentalmente la

todo- repetía las palabras de Brandon como un s

stoy fingiendo t

n eso? ¿Fue una confesión? ¿Una

a, tratando de calmar el nudo que sentía en el pecho. Se vistió con más cuidado de lo habitual. Blusa blanca, falda

compró un café de la máquin

on en las manos. Repasó sus notas. Técnicamente, todo parecía encajar: ansiedad, insomnio, e

guro, demasiado autocontrolado. No temblaba, no evitaba el contacto visual, no duda

dia mañana, ella supo quié

an

torno de sus hombros, un pantalón vaquero oscuro y una chaqueta ligera. Su barba

n una media sonrisa mientras c

entando mantener la voz f

como si tuviera todo

go anoche? -pregunt

ensando en usted -respondió,

bolígrafo en

ue trabajemos tus emociones. No par

ladeando la cabeza-. Inter

aba con fuego. Y ella... no esta

ultades para r

do honestas -contestó él, mirándola con intensidad-. ¿Es

ués de esa frase fue denso.

con calma. Dio un pas

aceleraba. ¿Qué estaba haci

detenga -susurró él, i

nces l

unos segundos. El sabor de su boca, el calor de su cuerpo, su olor masculino y limp

po tembló. Cerró los ojos

idad se estrelló cont

mente, con la re

mal. Estoy casada.

olo la observó. En sil

so no justifica traicionarlo. Y además... no es ético.

manos al rost

dio un p

ia

por hoy -interrumpi

ada más. Solo salió del despacho, cer

lando. Porque sabía que algo había c

r de sus labios seguía en los suyos. No debía haberlo hecho. Lo sabí

ontró con Dylan, apoyado en su coche, con c

ntó Dylan apenas

modó la chaque

u esposa no te

o? ¿Tan rápi

tamente comprometida con su trabajo. Lo que tienes es

una ceja con

que hace horas extras para comprarme un

era vez desde que aceptó el

que hay pocas mujeres como e

ó los ojos,

insinuando?

sostuvo

tú merez

vió espeso. Dylan dio un paso

estés pasando de l

no se

llos a una mujer que vale más de l

de un hombre al que acababan de quitarle el control. Porque Brandon ya

es que no s

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY