el internado, con ayuda de aquella bruja, ella era la única culpable por haberle l

había dignado ni siquiera en acompañarme porque tenía que cuidar a la bruja y a su nuevo hijo. Él era tan tonto que no se daba de

en mandarte allí —me dice aquel idiota a mi lado, mientras

pizza y tu opinión? —espeto—, Que la

ta aquel hombre enojado m

e hace todo el papeleo mientras yo me encontraba sentada

pasar, de hecho, debería dejar

encontraba—, Toma, estos son tus papeles y tu pasaporte, hasta aquí llega mi com

tomando los papeles casi a

ería que su

a mierda —musito molesta entre dientes empezando a caminar hacía el avión privado qu

iculares a tope de volumen y se

ente de cabina moviéndome suavemente

os auriculares para después tom

n la parte de atrás. Minutos después el auto se estacionó en las afueras del que supongo que era el instituto, creo que a cualquier persona amante de Harry Potter le hubiese gustado este inst

ombre es Sor Patricia —me saludo una

ri, Patri—le respond

ca dedicada al amor a nuestro señor Jesús y nuestro padre Dios. Aquí tend

Ok

de instrumentos… ¡Y muchas cosas divertidas! —un gesto feliz s

ramos a aquella cá

s—, Los pones en la caja que cuando salgas del instituto será de

o estos son de Marca, son caros, no pued

r arma corto punzante, bebida o sustancia al

n mucho dolor me quito mi ropa de marca y la sustituyo por el horrible uniforme: una falda de color gris hasta las rodillas, zapatos bajos de color negro con me

minar con esta

orme y salgo del baño y le entre

is

nte de los cursos y horario de estudio. —me dice Patri caminando de forma apresurada mientra

se qu

era orden seglar, todas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia católica en la Edad Media. Renuncio a las seducciones del mundo para vivir en paz, humildad y libre de prejuicios para predicar l

ndiferente ro

entrar a la habitación,

cia, Dios la bendiga —

des también, les presento a su nueva compañ

en Sor P

despedí viendo como se comen

miraron c

ojos miel y mejillas sonrosadas—, ellas son Danna —señalo a una rubia que me miraba con el ceño fruncido,

s hora de irnos a la iglesia a escucha

nto esperando que la r

risa María tomándome del brazo y ar

super divertidas las misas, c

o… —dije intentan

que era el lugar de la misa, donde estaba reunido miles de chicas algunas en el

e hay dos o tres —cantaban todas las chicas felices

micrófono al final un hombre alto, de piel trigueña, cabello cas

iento un extraño escalofrío que recorre toda mi colu

ién

igión, Jace Daniell

es el

a en una capacitación. Ese