circular con ventanales que ofrecían una vista directa al bosque helado. La aurora boreal se dibujab

on fragmentos del tejido cerebral que acababan de analizar. En su mente, las

solo la intrigaban científicamente. Le resultaban dolorosamente familiares. Y cuand

s Bel

do ese nombre en

ta que aún guarda sentimientos que ya no deben existir. Pero era inútil. La mente, por muy entrenada que esté, tiene sus p

dr

And

o como si pudiera leer su alma. El mismo que eligió una vida ent

do Henrik convocó al comité de revisión. Laura llegó puntual, vestida con una bata blanca que caía

cturas nocturnas. Al parecer, el sistema de monitoreo había detectado inestabilidades e

ha mostrado el resto del grupo

oscilaciones son demasiado regulares. Hay un tipo de r

la m

su cerebro está lucha

su mirada no estaba

creo que este paciente necesit

levó una ma

llevar s

ba actuando como científica o como mujer. Pero l

ente. Hacer los estudios in vivo. Si hay algo que podamos apre

ras un silencio breve-. Él no t

retó la

ero que siga

izo una anotación en su ta

s. Llevaba una carpeta con el resumen clínico y el nuevo protocolo de tratamiento. Era la primera vez que vería a Andrés

la habitación 204, no o

r, esta vez c

¿

áspera que la que recordaba. Pero aún tenía esa cadencia. Ese tono

a e

nces l

y la mirada perdida en el bosque. Tenía el rostro más delgado, más marcado

n por primera vez en más de una década, Laura s

e irguió

cono

mirada. Su voz fue

nersen. Supervisaré su tr

go en su expresión cambió, como si reconociera un perfume

y le extendi

racciones de tejido, pero con un nuevo enfoque celular. Estim

sin mirarlas en realida

equipo que descubrió

ulo entre la inflamación del hipocampo y

ambién sabe que me queda poco tiem

miró, sin

lar de tiempo. Vine pa

algo en esas palabras le resonara de un modo extraño

o un pa

ntente dormir esta noche. Le dar

spuesta, se dio

, Laura apoyó la espalda contra la pared d

, no se entierra

spierta justo c