ebre y la traición. Mi prometido, Patrick, me había echado de la casa que pag
e cuando su prima, Sasha, susurraba veneno a su oído. Lo habí
también con una única obsesión: si tuviera ot
lado y el contrato de la tierra en mano. Justo cuando mi desgracia comenzó. Escuché a Patrick pr
incluso que aquellos que me traicionaron prosperaran? Esta vez, sería diferente. Esta