aire en el comedor era espeso con el perfume caro y las conversaciones vacías. Yo me movía en sil
iciosa. Cuando me acerqué para servirle la sopa de flor de cala
olcó, y el líquido hirviendo cay
ué un grito, apretando los dientes. La pi
mó Luciana, pero no había preocupación real en
. "Fue un accidente. El ch
sustaste." Luego se giró hacia mí, su rostro una máscara de fastid
a regañarme. "Arruinaste el ambiente. Ahora ve a cu
rdiente. Me envolví la quemadura con una gasa, la mandí
n, Luciana me llamó a la terraza. Iván estaba allí, bebien
quiere ver tu famoso postre flambeado. Aním
de manejar fuego y sartenes calientes
cortó. "Solo es una pe
ientos eran rígidos por el dolor. Calenté la sartén, aña
el postre, Iván se acercó
o de la botella de tequila de
iendo mi cabeza. Grité, cayendo hacia atrás, golpeándome l
lo quemado l
ción por mí. Corrió y me echó encima un sifón
! ¡Mira el desas
imió. "¡Ay! ¡Me
uciana se desvió. Corrió haci
e duele mucho?
llevó adentro, arrullánd
nte en el brazo, la cara ardiendo y sin cejas ni parte de mi