n Máximo e Isabella saliendo de u
olgaba del brazo de Máximo. Su r
s palabras del poema. Isabella no era una rival, era una he
erada aparición. No había escuchado su declaración ante
, Lina?", pregun
ella, acercándose. "Sé
n. "¿Todavía con eso? Ya
s a esa cosita de plata? Máximo me la dio, fue tan dulce de su p
Lina. "Era de mi abuela
endiente. "No hagas una escena. Es solo un trozmando a sus ojos. "Era el único recuerdo qu
ruzó el rostro de Máximo, pero desapareció tan rápido com
se dio la vuelta para irse. Má
, esp
o colectivo llenaron el aire. Un andamio mal
Por una fracción de segundo, sus ojos se en
abella, cambió de dirección en el último segundo y
a Lina en la pierna, yo, sola. Su pierna estaba enye
vo suerte, señorita. Su novio la trajo. Armó un gr
un atisbo
que sus heridas no eran mortales, se fue. Dijo
no fue por amor. Fue para mantener la apariencia, para asegurarse d