", gritó Carlos a mi espalda.

ve, no val

n era un recordatorio de po

pasé noches en vela dibujando, fines de semana ent

rrebataron con

o habría di

itar un cuarto en los do

ejos del drama constante que Carlos

e, mis buenas calificaciones y mi hi

los estaba ocupado con otra de sus

ra la escuela con una pancarta que decía: "La

o, pero Laura parecía disfrutar de la atención, aunq

gestos grandiosos es

estaba que

nas cubría sus propios gastos,

cutiendo con ella por

se bolso," decía en voz baja, desesper

ió ser fría, porque la ca

toy diciendo que no te l

expresión de pu

és, Laura apare

había vuelto, más grand

uenta de dónde habí

se quejaban de que Carlos les había pe

quejarse de que Carlos había convencido a su hijo de

volviendo des

mis notas subían

cro, quedé entre los diez

o, subí al t

fondo de la lista. Sus nombres estaban en rojo, en la

estudiando. Los veían en el cine,

lícula, sin darse cuenta de que e

stra Ana, me pidió que me

er, pero a veces

eocupada por Carlos. Tú solías ser muy cercana a él. ¿Crees q

niendo mi expr

"Pero Carlos y yo ya no somos amigos. Él

tra Ana

stima, tiene ta

interrumpí, quizás con más dureza de la necesaria

n, dejando a la maestra An

jo salvar a Car

pio futuro q

a a permitir que nada ni nadie