on una urgencia que
mplicado... el costo de la cirugía es elevado y nec
madre, la mujer que tejía rebozos con magia en sus
diez años, el exitoso empresario, el hombre
l, pero su asistente, Elena, te bloqueó: "Ricardo est
e sala de espera, mientras tus mensa
y el hospital v
que pudimos... su madre... lo siento
e resbaló, el mu
o, te vio bañada en lágrimas y soltó: "¿Todav
dijiste, y su pésame
le diste diez años, y s
s, Ricardo.
do atrás una déc
continuó con su manipulación, incluso después de que tu ma
iendo el rebozo que tu madre había tejido
almente explotando. "¡Me has estado r
Ricardo y Elena te habían saboteado sistemáticame
gate de mi empresa y de
shock, una calma e
irme, Ricardo. Por
a, te alejas de su
el amigo silencioso que siempre e
propuso, ofreciéndote u
en tu mente. "Javier, no solo no te voy a rechaz
que Ricardo nunca podría olvidar, una