del comedor, su tía, la madre de Ricardo, servía platos abundantes para él y para Camila, quien ya se había recuperado milagrosamente de su crisis de llanto y ahora sonreía, aceptan
ilenciosa y cruel de record
con una voz falsamente dulce después
Ricardo y Camila ya estaban sentados, com
cerca y no puede contratar a nadie más, así que dejarás esas tontas id
se lugar. El taller era un trabajo agotador, de sol a sol, mal pag
ilitar," dijo Valeria, su voz
tuvo tiempo de reaccionar, el impacto la hizo tamba
ivirás bajo mi techo y harás lo que yo te diga! ¡Eres una malag
a humillación. A través de la neblina de sus lágrimas, vio a Camila acurrucarse contra Ricardo, f
voz temblorosa, "si no fuera por mi enfermedad del corazón, Va
medad" de Camila siempre aparecía en los momentos más convenientes, una herramienta p
cidad, mientras lanzaba una mirada de puro odio a Valeria. "Tú no tie
acia Valeria, su v
ropa de la casa a mano, incluida la de Camila, y tu primo te dará solo una pequeña parte del sueldo,
habitación en el sótano, la única que le habían asignado, una pequeña chispa de rebelión se encendió en su interior. Ellos creían que la habían quebrado, pero solo la estaban forjando. La fe