la levantaba en brazos, haciéndola girar hasta que el mundo se convertía en un borrón de colores y risas. Su madre los miraba con una sonrisa llena de amor, una sonrisa
de un puñetazo: esa felicidad ya no existí
ada trajo un breve respiro a su miseria. El General Morales, un viejo amigo de su padre y una figura respetada en
y amable, ignorando la mirada hostil de la tía. "Supe de tu decis
aprobación, con respeto. Una oleada de calor recorrió
entró en la cocina, su rostr
ábamos de Valeria, estamos muy preocupados por ella, creemos que es
na farsa grotesca. El General frunció el ceño, su mirada penetrante se posó en Ricardo, l
vino de la planta de arriba
e caigo!" ,
los talones. Encontraron a Camila en el suelo al pie de las escaleras, con un cor
nastra con un dedo tembloroso. "¡Me empujó! ¡Quería ma
una pizca de duda en los rostros de su familia, pero solo encontró condena. Ricardo la miró con una mezcla de
mala, pero no hasta este p
. El mundo de Valeria se derrumbó por completo. En ese abismo de desesperación, tomó una decisión. Regresó a la casa cuando todos se habían ido, entró en la habitación de Ricardo, recogió cada regalo, cada foto, cada carta que él le había dado y los llevó