tono que no contenía ni el más mínimo rastro
scúlpate
o y frágil, como si una ráfaga de viento pudiera derribarla. Miró al hombre sentado en el
ué debería disculparm
tenía en la mano, su indiferencia era como una aguja afi
te de anoche, y ahora no puede dormir bien. Ximena, sabes lo importan
res años de su matrimonio, había aprendido a ser sumisa, a obedecer, a tragarse todas sus quejas, todo por el bien
no
la comenzó a distorsionarse, a superponerse. La voz fría de Damián, la expresión arrogante en su rostro, la l
, sangrientos y aterrad
ulparse. Damián se enfureció y la encerró en el sótano durante tres días sin comida
o de sopa "amablemente". Después de beberla, sintió un dolor insoportable
ue él recordara. Pero él nunca llegó. Más tarde, vio las noticias: Damián Montenegro había comprado una isla entera pa
re, pidiendo ayuda desesperadamente. Lo vio parado afuera, entre la multitud, su rostro impasible, como si estu
s momentos de conciencia, lo único que sintió fue un odio y un arrepentimiento sin límites
Ah
. Su cuerpo temblaba incontrolablemente. No era una pesadilla. Era rea
almente levantó la vista, su ceño fruncido c
ás tratando de llamar mi
acimiento. Miró a Damián, y por primera vez, no había amor en sus ojos,
ra su cuerpo ya frágil. Sus ojos se pusieron en blanco y se d
levantó. Simplemente llamó con fr
abitación. No deje