Esperaba preguntas, tal vez incluso oposición, pero en cambio, sol
hombre no te merece. Vuelve a casa. Pa
azón helado. Colgó el teléfono, sintiéndose más ligera que nunca. La pesad
ció. Probablemente estaba ocupado consolando a su preciosa Eva, sin tener tiempo para preocuparse por
igencia legalmente era también su tercer aniversar
as en una maleta cuando la puerta principal se abrió. Da
el ceño ligeramente, una pi
stás ha
Ximena con calma, s
ía estás con eso?" Se acercó y arrojó una pequeña caja de te
ba muerto, sintió un pinchazo de dolor. Incluso en este momento, él todavía
ntimiento. Era el mismo collar que le había regalado en su primer aniversario, un artícu
a él. Luego, sacó el acuerdo de divor
e quiero de ti. Felicidades, Sr. Montenegro
ián se oscureció. "
tivo. Aceptaste firmar. El período de reflex
e a él ya no era la esposa sumisa y obediente. Había una frialdad en sus ojos que riv
la vuelta con frialdad, sin q
todas las cosas relacionadas con Damián: las pocas fotos que tenían juntos, las corbatas que le
os pasaron por su mente como una película. Cada momento
pero esta vez, eran para despe
algo se cayó. Era una pequeña caja de regalo, envuelta con un cuida
la forma de una estrella de mar. En la parte poster
taban las estrellas de mar. Así que este era un regalo que Damián le había preparado personalmente. La
bló. El último rastro de esperan
ián regresó, su rostro sombrío. Aparentemente, había olvidado algo. V
car mis cosas?" Su voz era baj
le el broche de la mano como si fue
rigo," tartamudeó Ximena, instintiva
lla, llenos de una fría acusación. "No me mientas.
lo
u paciencia finalmente se a
o la esquina afilada de la mesita de noche. Un dolor agudo la reco
io a Damián mirando el broche en su mano con ternura, limpiando cuidadosamente e
u corazón. En ese momento, Ximena finalmente aceptó la realid
rza que le quedaba, recogió la caja que contenía todos sus rec
as fotos, las cartas, devorando
acciones y se giró, con los
su rostro, pero con una sonrisa en los l
su voz ronca pero clara. "S