ierra en la boca y un dol
ba en la cara, y por un mo
do volvieron de golpe: la humi
ón sucio, a un lado del mercado. Alguien debió a
ucia, mi cabello
invisible,
do, arrastrando los pies. La
staba en
caer en la cama, el agotamiento
os, deseando
do sentí algo sua
ueño gato atigrado, flaco y
tana abierta y me miraba c
spués de dudar un segundo, se acerc
nido vibrante y reconforta
nica criatura en el mundo que me ofreció un
dido derramar en el mercado
por el niño que llevaba dentro y p
a aparecido desde la oscurid
Sombra se convirtió e
e, mis miedos. Él simplemente escuchaba, acurrucado en
junto a la ventana con Sombra, escu
no, y su tono era
ignorarlo, pero algo en sus
in estrés, buena alimentación... Sí, claro que lo entiendo. El
e? ¿Tra
zón se
atibilidad, de la urgencia debido al
ente, to
a y retorcida, me golpeó
trató d
a excusa, una
dad de Sofía, la necesidad de un
a una in
pieza de
iéndome "saludable" , no por
razón para dá
ó por la garganta
rme la boca p
tia, maulló suavemente y s
do entró en mi habitación
y verduras, una comida
amente amable. "Tienes que
veía al hombre que amé, ni siqu
icero evaluand
ba mientras se
engo h
neció, reemplazada
oy jugando. Tie
amente, estiré el bra
épito, la comida esparcié
atónito por mi
mi corazón latiendo con
había
viviendo en una pesadilla mucho pe
as sus órdenes de que me cuidara, no eran
rgano que planeaban arrancarme e
un sacrificio humano,