ertó, el corazón lati
n con su resplandor familiar, pero el pánico dentr
n el vientre, el amargo sabor
e de mi propia hermana, Sofía,
que entregué mi alma, me observaba con una ind
nvertida en veneno puro. "Pero Diego y su for
resonaban en mi
las que más confiaba, mi carrera como diseñadora de
ieron hac
bía cometido para merecer t
... ahora
intactas. Toqué mi vientre, sin
itación, en la casa de mis padres,
ared marcó una fecha
desfile de modas nupcial, el dí
médico me confirmó
esa noticia fue e
ería el comienzo