en, pasándome un pañuelo. "Sabía q
on los detalles de la humillación, la beca robada, la acusación de envenena
con firmeza. "Esta siempre será tu
fuerza. Le entregué l
traíd
s. "No tenías que molestarte, hija. Con tu
ción, el ambiente familiar, me hicieron sentir un poco me
televisión. Sobre la mesa de centro, vi la caja de du
me recorrió. "¿Q
tía para ver cómo estaba. Me dijo que le habías llevado esto. Como ell
palagosa. "Están deliciosos,
s! ¡Eran para mi tía! ¡La única perso
se de pie. "¡Tu tía me los dio! ¿Qué problema hay?
rité, perdiendo el control. "¡Es porque no
ales. "Iván, no es su culpa. Yo no debería
irada asesina. "Ves lo que provo
a elegiría a ella. Siempre la defendería, incluso cuando la evidencia
mi voz vacía de toda e
nfo. Fui a mi habitación y lloré en silencio, liberando la rabia y
n rota. Me lavé la cara, me puse una sonrisa falsa y volví al salón, como