jo y café rancio, pero yo solo podía pensar en la beca para la
me soltó una noticia que destrozaría mi mundo: "
ticia y mérito, se atrevió a decir que yo había "renu
i patio, no solo admitieron el robo de mi beca, sino que me humillaron y culparon de la "enfermedad" de ella, ll
e yo era una mujer malvada y cruel, una adúltera, frente a la falsedad
el último vestigio de amor hecho cenizas, supe que no había vuelta atrás