rré, incrédula. "
rutando de mi con
rero legendario. No tengo un apellido respetado. Tenía que usar mis
tocando los muebles caros co
no tenía nada. Pero ahora, mírame. Estoy aquí, en la casa de los Ca
rente a mí
. "Siempre lo ha sid
ándome sola con sus palabras v
to que no podía ni cerrarlas. Miré el bordado que había estado haciendo para el bebé
cio, lamentand
verme de nuevo. Vio mis manos ve
?", preguntó, s
nada"
. "¿Por qué no te cuidas? ¿Por qu
rimiento es lo único que protege a mi fami
que sentí que los pulmones se me iban a desgarrar. Cuando pude re
ó con una mezcla de
ellos, ¿verdad?", dijo, su
en
ntró, su rostro estaba desencajado por la furia. Detrás
con el dedo. "¡Lina me lo dijo, pero no quise
n todas sus fuerzas. La cabeza me dio
tt intentó
endo un error! ¡Ell
oy. "¡Tú eres el amante
aron al Dr. Hewitt. Él se res
acia mí, sus oj
gruñido. "Me vas a demostrar