os invitados se despidió rápidamente, evitando mi mirada, y de repen
ocesando el beso y todo lo
o... no sé
Isabella", respondí, comenz
or completo. Ya no era la defensora de
enso. Nunca te
mbia", dije
e acercó más, su voz bajó a un susurro. "Sofía no sabe lo que ti
obvia. El viejo Ricardo podría haber caído en la tentación, buscando consuelo en otros brazos. Pero el
té suav
y bien. Solo quiero limpiar e
. Claramente no e
eno, me vo
puerta. Antes d
pas, no me desa
dí. "Buenas noc
como si hubiera corrido un maratón emocional. Miré el caos de mi sala: botellas vací
den en mi cabeza. Tiré la basura, lavé los platos, acomodé los muebles. Mientras lo hacía, esperaba. Una parte de mí, la part
vanzó y no hubo
una mezcla de flores caras y algo más, algo que olía a él. Cambié las sábanas. Me acosté en mi la
ervé la ciudad despertar. No había rastro de Sofía. No había mensajes, ni llamadas pe
a, la puerta principa
rior corrido y llevaba la misma ropa. En
jandro tuvo que llevarme a su departamento porque no estaba
spirina, un vaso de agua, que le masaj
bebiend
ma", dije
cabeza, sorprend
que vas a decir
que el hombre con el que me engañaste emocionalme
, sentándose de golpe. "¡
aba harto de su sermón sobre lo maravilloso que
llevé mi taza
n alguien no es engañar. Es solo 'dejars
na, su rostro una mezcla
écil. Yo soy la que está sufriendo aquí. Mírame.
n que limpie tus desastres emocionales, que te diga que todo está bien mientras te revue
o esta vez no me conmovieron. Parecía
io", s
es cada vez más
e mi coche y mi e
refrigerador si tienes hambre. O puedes llama
le, en medio del desastre de su propia creación. Mientras conducía, no sentí culpa. Sentí aire