eparadas, en las mañanas ella ya no se despertaba y no desayunaban juntos. Adam le dejaba detalle que ella misma se encargaba de tirar a la basura,

quería que algo pase —¿Fuiste al médi

la semana que viene me dan los r

mor — le dice d

maba de esa forma en una conversación de verdad pero nie

ansada de lo mismo, hace lo que le pide para poder tener un rato con Sandy que había organizado una salida para ellas. Adam s

el antiguo Adam estaban volviendo pero ella se estaba yendo —Esto es m

ra, ya lo sé. No te preocupes sólo sonrió

e iba a decir que espero que seas mi

n a tres hombres que quería asociarse con Adam junto a sus mujeres que no parecía ser sencilla, sino todo lo contrario súper delicadas y finas. Annie no escuchaba toda la conversación

rme — le sus

miraban —Ni se te ocurra,

nían los demás los sacan de esa

nerlas bajo control— dice

o era la misma que solía ser y no soportaba ese tipo de pensamientos. Incómoda por todo, mueve en su silla, acomoda sus brazos

ios contigo, Adam — dice y

"machirulos" se entienden bien— lanza ese comentario que

a y ella lo aleja —Es broma, ¿no es así, A

n permiso, no me siento bien y fue un place

ale del restaurante y respira el aire de aquella noche tan especial, sonreí y se volvió a encontrar con esa Annie que solía ser antes de tanta mierda

e todo eso? — le

r frente a tus socios porque me cansé de ser tu modelito

arar se había ido y trajo a otra persona diferente frente a sus ojos. —No juegues con mis cosas, Annie

oldear a tu forma, Adam porque yo no necesito a ningún hombre que me dig

do no preguntaba nada porque los conocía bien. En silencio se sienta uno al lado de otro, Adam no quería seguir e

eía enviando WhatsApp y serio. Tenían un viaje largo hasta su casa, el auto era como una limosina donde l

del celular para ver lo que estaba haciendo. Abre su boca para decir algo y las caricias de Annie eran más segu

n su asiento y se queda mirando por la ventana —Me buscaré a alguien que sí quiera es

richosa por dios. He tenido un día muy agotador para aguantar tus p

erda Adam — l

viera a tratarla como una mujer. La usaba solamente para su

bajo acá —

centro de la ciudad y ella quería bajarse como nunca. —

o te vendría mal irte con tus mujeres también para que te saquen la ma

o te atrevas hacer una locura, eres mi mujer y no pienso

rita? — le pregunta m

uchas gracias hasta mañana caballeros — los