na vez? -preguntó la mujer con una voz seductora y en
juntos -el hombre estaba tan excitado q
e quería. -¡Ni madres! Es una simple adoptada, hasta mi perro
de la cintura y embistió con más fuer
a palabra que salía del cuarto. Al comprender lo que ocurrí
regresar de
pática avanzada tres meses atrás. Necesitaba con urgencia un trasplante de hígado, y Ja
a hermana menor se acostaba con su novio. Janet ape
he, o ella o yo, tú decides -Jocelyn Lind golpeaba
ó fijamente. -Déjame facilitarte el problema,
rente, su corazón se rompía al ver a su
sidad, un tipo guapo de familia rica que
uación, le había confe
fueron testigos de la escena romántica: la multitud los animó con apl
dos personas frente a ella, la chica apretó los puños
da prisa, se puso los panta
e, y las palabras de J
fuerzo ligarse a un hombr
ado su corazón sin hacer nad
, Janet era sol
eve quien te botó a ti, perra! -se burló Jocelyn mientras se cubría mejor con la sában
por puro impulso, la mujer lo había sed
muñeca. -Cariño, por favor, perd
o miró con desprecio. Cuando ella tomaba una d
o, Steve. No quiero nada que haya sido tocado
olapso. Pero en el rostro de Janet no había ni rastro de tristeza: la rabia l
on ella, desde niñas. Le quitaba los juguetes, le robaba la atención, y ah
, ahora solo le preocupaban
o de irse, escuchó el soni
, ¿qué es tod
nie Lind y Fiona Duncan, llegaron
sentada en la cama sin nada más que una sábana envuelta su cuerpo. -¿¡Pero qué d
a Bernie con los ojos rojos, apretan
Jocelyn resultó ser un hijo ilegítimo que los Lester habían expulsado de casa hacía años. No tenía dinero, ni un tr
merecía a a
. -Estoy esperando un hijo suyo, así que no puedo ca
abía acostado con ella unas pocas
Lester! -Bernie estaba fuera de sí, tan furioso que por poco no
era una cuestión de prestigio. ¿Qué demonios iba a decir
e Jocelyn era pequeña, había sido su escudo. Pero ahora Bernie estaba fuera d
con voz temblorosa-. Janet también es hija de la familia
resión de los mayores de la familia Lind que decidieron adoptar a Janet. Años más tarde, c
ncia misma de su hija adoptiva era un recordatorio viviente de su propia infe
completamente parcial. Mimaba a su hija biológ
fuerte y decidida, superaba a Jocelyn en todos los aspectos. Y
madre" fueron la got
-rugió Janet, los ojos encendidos de rabia-. ¿Y ahora me quieren empujar
, con una expresión ta
e que nos devuelvas el favor, Janet. ¿No quieres que esa sirvienta tuya reciba su cirugía? Podemos pagar
tro de esta última. Le parecía perfecto: Janet con ese bastardo
palabras de Fiona le quemaban por dentro. Sin embargo, las palabras de
net no tenía cómo p
No fueron ellos quienes la cuidaron, la abrazaron o la consolaron en las noches.
rla. -De todos modos tendrás que casarte algún día -le susurró-. ¿Por qué no nos haces este favor aho
mientras todas las miradas en l
o. Era la única form
us mejillas. Bajó la cabeza, derrotada, y susurró