onarle médula ósea a su prometida. A e
l hombre que ahora me despreciaba con toda su alma. Pero su prome
re los cristales rotos hasta que me sangraron las rodillas. Me acusó falsamente de agresión en u
video sexual que yo nunca fi
scacielos en construcción, a cientos de metros de alt
cción, Cora? ¿Estás l
e rompió. Mis padres cayeron
a sangre llenó mi boca, un síntoma de la
o de la línea, un son
ta de ese techo. Sería
bien -
o al borde del edific
ítu
racción de médula ós
espalda descubierta. No miró el instrumento, pero podía s
de nuevo, con voz amable, pero eso no
ostaba más que su coche. Miraba la ciudad, un rey contemplando su reino. Su prometida, Harlow Hughes, había tenido un
bía recurr
mujer que, según él, haría
atraves
emitir un solo sonido. No le daría esa satisfacción. Su cuerpo se tensó, cada músculo
ue se extendía por todo su cuerpo. Apretó los
. Era lo único
d, todo terminó. El doctor vendó la he
lda le palpitaba con un dolor sordo y persis
apo como siempre, pero sus ojos estaban fríos, completame
reguntó, con
su propia voz. Solo quería qu
ó decir, con la voz ra
que la ataba a él. Al trabajo. A la tortura
terpretó. O quiz
y sacó una chequera. Garabateó un núm
eca de desprecio-. Tu precio. Siempre se te
lpearon con más fu
había amado desde que era una niña. El rostro
a. Sus dedos rozaron los de él, y él
cesitaba el dinero
a gacha para ocultar las lágrimas que amenazaban con caer. To
a ciudad se sintió frío en su piel. Se apoyó contra la pared, el dolor en s
mpre f
ntes del dinero,
ra un multimillonario de corazón de
ron, lo amaron como a un hijo. Él era la estrella de su pequeña y feliz familia. Él y Cora crecieron como hermanos, pero su víncu
Cora era su sombra, su confidente, la guardiana de sus sonrisas. En pr
o añicos el día que apar
ogía. Un titán despiadado que veía a las personas como peones. Quería a s
cias misteriosas. Su padre, un hombre bueno y honesto, fue acusado de una agresión que no cometió. Su
una elección imposible. Le o
-. Y dile a mi hijo que nunca lo amaste. Dile que prefieres esto a
r a Augusto del veneno de su
a más que a su propia vida, y pronunció las
en millones de pesos. ¿Qué podrías
rudo y destrozado, fue una herida q
n lleno de un ardiente deseo de venganza contra la
n siet
ino como un multimillonario hecho a sí mismo, más frío y de
su nueva vida, su nueva prometida y su crueldad infinita y creativa.
u bolsillo y miró la can
crecientes facturas
nte para
que nadie sabía, era que Cor
médicos le habían dado semanas
Era para que sus padres estuvieran cómodos en
rque y se sentó en una banca. Miró el
Su foto de perfil era un logo corporativo y frío. La de ella
teral. Lleno de mensajes que ha
do. ¿Recuerdas cómo solíam
tá muy grande. Cas
noticias hoy.
entos de cerrar un abismo de
evo mensaje, s
o, lo s
las palabras, su
le el corazón? ¿Por salvar a s
do. Él no lo vería de todos modo
o constante y palpitante del día. Una man
su odio. Había t
noche, cuando el dolor la mantenía
ra ella? ¿La chica que trepaba árboles con
lazado por el monstruo avaro q
rás, sintiendo una ola
silencioso, robándole su f
do para después de su partida. Un fideicomiso p
sensación de calm
asi había
ugusto una
ación silenciosa a un dios en el que
que dejarte
, Augusto. Ya n
ica en su espalda estaba fresca y en carne viv
ad. Era un dolor familiar, p
n un océano oscuro y frío. Y no había
a pequeña y obstinada parte de ella
odavía amaba al ni
edado con un odio tan
Era todo lo q