cho blanco, sábanas blancas, el olor estéril a antis
l rostro marcado por la angustia. Se me ocurr
quién ere
alculadora. Me mostró la foto de otra mujer, Hann
o nos vamos a casar. Nuestras familias tienen un acuerdo. Una f
me estaba diciendo que toda nuestra relació
ancélalo to
ñeca, con el pá
queda en la ruina. Hanna... ella es
egoísta drama. Yo no era más que un negocio. La ingeniosa y orgullosa Alicia G
ar por teléfono, con
. No recuerda nada. ¿Que si me ama? Claro que me ama. Ha estad
ta rota y olvidadiza a la que podía manipular. Esta
ítu
nas blancas, el olor estéril a antiséptico. Me punzaba la cabeza, un
ó de un salto de una
a! Desp
a angustia, su cabello, usualmente perfecto, era un desastre. Corr
cerebral. Una leve -dijo rápidamente-. Tuviste
ozo de hielo que hizo volar mis esquís. Recordaba el mundo dando vue
viaje prematrimonial, una última escapada antes de que la fusión de nuestras dos familias, el Grupo Garza y el Con
n blanco, desenfocados. Lo miré
a voz intencionalmente déb
su rostro se evaporó, reemplaz
cia, soy y
ás, con el c
e recu
se riera, que descubriera mi engaño, que me atrajera a sus brazos y me dijera que me amaba
Era algo que no pude identificar, algo calculador. Miró hacia la puerta, luego
voz de repente plana, despojada
provocó un escalofrío. E
ra. Me mostró la foto de una chica que nunca había visto. Era bonita de una ma
ndose al mirar la foto-. Es becaria en la
ma juguetona murió en mi garganta, ahogada p
escalofriante-, nos vamos a casar. Nuestras familias tienen un acuerd
o desde que éramos adolescentes, el hombre con el que estaba a punto de
a oleada
alo todo -espeté
sorprendido, como si no esper
petí, mis manos apretando las sábanas a
una enfermera, para llamar a mi padre. Mi
rró la muñeca. Su agarre er
lo h
pensé que era porque tenía miedo de perderme. Que tal vez sus c
con la voz tensa
ame, C
cerca del mío-. Hanna... ella es muy frágil. El estrés la destruiría. Ya
algo amargo y frío. No se trataba de mí. Nunca se trat
ama. Un sabor amargo llenó mi boca. Yo no era más que un negocio. La ingeniosa y orgullosa
muñeca, un destello de lo que podría haber sido arrepent
ijo, más para sí mismo que para mí-. Hasta que la
prometido encantador y guapo. Salió de la habitación sin d
ado por el rugido en mis oídos. Repasé nuestros años juntos, cada risa compartida, cada promesa sus
s ojos, pero me negué a
z desde el pasillo.
do está bajo control. Tiene
una ris
Ha estado obsesionada conmigo desde
podía romperse más, se hizo u
no tierno que había usado cuando me mostró su foto-.
en un lugar seguro. Ella será mi esposa,
ron, calientes y silenciosas. Pero ya no eran
za a la que podía manipular. Estaba a punt
celular en la mesita de noche. Le
con Camilo. Canc