on los hombros sacudidos por el llanto: "Danny, dime que esto no es cierto.
lo pesquero, que mi familia sea pobre y apenas haya estudiado... pero sé lo que está
el rostro y rompió e
empapada como una flor bajo la lluvia,
onsolarla, pero ella la
sado... Nosotros... nosotros no podemos seguir como antes. M
rta. Sus pasos eran inestables, como si e
ándola de la muñeca con desesperación,
uriosa, "¿Acaso el certificado de matrimon
rostro alternando entre
señorita Harvey le importa tanto la legitimidad, ¿por qué no vamos ahora mismo al registr
é pasa? ¿Tienes miedo de ir?", insistió Sophie, alz
anor se abriero
mprendió al instante la g
con incredulida
l final bajó la cabeza, recono
pero las palabras se le ahogaron en la garganta. D
amó Daniel, corri
e sumió e
ocumentos para su viaje al extranjero cuando el
Su cabello estaba revuelto, y ya no quedaba
ectante la envolvió en cuan
ca murmuró: "Sophie, el doctor
o resp
súplica, "¿Podrías... podrías ir al hospital a verla? Aunque sea..
su mirada se detuvo en la cicatri
ando árboles en el patio. Daniel la había protegido y,
e en su mano, el que se ponía delante de ella cuando la molestaban,
la niñez pasaron uno t
xistía ella; la amaba con una
pérdida de memor
e sus
ura que un día le había pertenecido a