ítu
po y le pedí que preparara los document
haber programado el procedimien
a y señora del lugar. Llevaba puesto mi camisón de seda, el color marfil que Lucian me había regalado en nuestro se
urvaron en la sonrisa más desp
has vu
lavaron profundamente en las palmas de mis man
permiso para to
a, girando para que el borde del camisón se ab
Esta casa, estas ropas, cada producto de maquillaje
e su voz a un susurro que
Ahora soy su verdadera compañera. ¿Y tú?" Sus ojos brillaban con malicia. "Solo eres la compañera que él muestr
o una lluvia de puñetazos. Mi cabe
feteé en la cara con tod
ó en la sala co
eza golpeó el borde afilado de la mesa de centro con un sonido espanto
abeza con manos temblorosas. "No debí inte
s en su camino, en
e como con una frialdad parec
más fría de lo que nunca había visto. Pero no estaba mirando a R
ndió su mano hacia la mía.
o por un instante antes de que se agarrara e
. me duele tant
rojo comenzó a exten
u dirección y sacó su teléfo
nmediatamente se llenó de preocupación. "Lo siento, mi amor. No tenía idea de que irrumpiría
mano de su toque y le
s rasgos como si hubiera
imos días. Pero sé que debo haber hecho algo terriblemente mal. Dem
risa amarga que es
éfono sonó. Miró la pantalla y su expr
sito atender inmediatamente mis asuntos de Alfa. Descansa bien en
tamente. "
tono de llamada para las llamadas de negocios de la
de eso imp
r atrás y luego subí silenciosamente la
l hospital una hora después, lanzaron de
torcí desesperadamente, pero mis extremidades se volvie
tada en una fría cama de hospital con un t
a escuchar el débil sollozo de Ros
r salva a nuest
y dulce como la miel, nada comparada a l
mor. El cachorro estar
nte, estaba rugién
oluntario dispuesto a donar sangr
gustia: "Pero esta joven ya ha donado 400cc. También está embarazada
o un ca
se volvió absol
gre! Si le pasa algo a mi compañera y a nuestr
desesperadamente de revelar mi identidad. Pero tenía un
enosa se dio cuenta de mis esfuerzos. La lástima lle
ró, tratando de consolarme. "Todavía eres joven,
ner hijos. Ni en esta v
da mientras sentía la aguja p
la preciosa vida dentro de mí s
arne viva. Pero solo podía quedarme allí impotente mient
a voz de Lucian, tierna y amorosa mien
á, pequeño. No le causes
lviera por completo, no pude cont
lmente al cachorro por el que has estado rezando todos est