un hombre formidable, incluso jubilado. Vivía en la antigua mansión de la familia Ortiz, un lugar
a de libros encuadernados en cuero y el aroma
nsé que todavía te e
iz", dije, con voz firme. "
"Quiero cancela
ojos se abrieron con sorpresa. "¿Can
honor. Saber que su hijo me había estado torturando sistemáticam
ero no somos el uno para el otro. Me he dado cu
padre saldrá de prisión en unos meses. Planeo llevármelo
za. Había orquestado este matrimonio por un sentimiento de cul
profundo y cansado. "Si esto es lo que realmente
ió, tan potente qu
s, Sr.
ada. "Y te transferiré una suma de dinero. Una dote, por así
io-", comencé, per
o menos que
el estudio se abrió y Kael entró.
¿Qué hac
i voz brillante y casual. "Solo visitando a tu pa
de sospecha en sus ojos, pero lo dejó pasar. "
entó a mi lado, cortando mi comida, colocándola en mi plato. Cada movimiento cuidadoso y practicado era u
s fijar una nueva fecha para la boda", anunció Kael a su
mente para revelar mi decisión, pero en ese
tantáneo. Su máscara cuidadosamente construida de c
arpadear en la pantalla. Estaba acompaña
ijo Kael, poniéndos
a?", preguntó A
ojos ya en la puerta. Ya estaba marcando su teléfono.
, mirando el trozo de filete perfectamente cortado en mi plato, un nudo frío formándose
omesa de libertad una pequeña luz parpade
gar sombrío y opresivo. Verlo en la sala de visitas, pálido
ndose cuando me vio. "Te ves cans
maravilloso, papá. Solo
odo lo que quiero. Que seas feliz". Susp
que no nos casaremos hasta que salgas". Crucé la mesa y tomé su mano. "Cuando salg
ó por su mejilla. "Es
una pequeña maleta, llevando solo mis pertenencias personales. Dej
a casa e
siguiente, luciendo
oche", dijo, aflojándose la cor
. Yo era su pony de exhibición, el
nábamos hacia el coche, instintivamen
iene con nosotros. Necesita el espacio
Mi propia pierna todavía estaba enyesad
oz plana. Me subí
asiento delantero con una sonrisa triunfante. "Graci
sus voces un murmullo bajo e íntimo. Me sentí como u
prometida, su mano un peso pesado en mi brazo. Pero su atención, su orgullo, era todo para Ji
ontré un balcón desierto con vistas a las luces de l
l salón de baile. Kael tenía a Jimena presionada contra la pared, su boca devorando
eno de una pasión que nunca
más pequeños. Los seguí, un fantasma en mi propia vida, mientras se desli