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Historia

Capítulo 4 ¡Amanda! ¿Estás bien

Palabras:1218    |    Actualizado en: 30/08/2025

umo levantándose desde distintos puntos de la ciudad. Sirenas lejanas, disparos aislados, y de vez

os pocos minutos para llegar a su casa. Sin embargo, se tardaría más debido a que tenía que escapa

pie, las luces encendidas, y en la puerta principal estaba Amanda, temblando, con los brazos cruzado

ta fuerza que casi lo derribó, por lo menos se había

ntra el pecho, pero no ha

ando su espalda-. Pero escuch

ostro, los ojos tod

a ir en medio de todo esto?

miró f

r a nues

areció del ros

Em

asi

ñero de universidad. ¿Recuerdas? Se había ido a celebrar

paso, cubriéndose l

gnifica salir ahora mismo? ¡La ciud

lla está sola, Amanda. Si no vamos por ella, nadie lo hará. Ella no est

a rápida, sus ojos reflejaban miedo y negación, pero en el f

an ellos, ¿Quié

azón que pudiera hacer algo por querer que los demás

elo, al fin, con la voz quebrada

SUV roja que los esperaba en el garaje. Encendió el motor

or la ventana: las casas que antes parecían seguras ahora eran tumbas

a carretera, con los nudillos bl

a sola idea: encontrar a E

avesó el cielo, y A

Mi

ave triangular sobrevolaba la ciudad en silencio, pr

etó los

ón... no

asaba. ¿Cómo era posible que si eran reales? ¿Desde

ora era descubrir como

gritó Mike a

ontrol total del vehículo antes de que pudiera ocasionar un nuevo accidente. Puesto que frente a él, una figura humanoide más grande que la que había

órbitas tanto que, tal vez, esa había sido

irar a esos ojos fijamente

lo más rápi

cuanto lo vio, fue precisamente para evitar q

Amanda bajaron del vehículo. Como si el destino hubiera estado de su lado, su hija salió de la cabaña, corriendo hacia ellos, estaba asustada,

vería a ver!-comentó la chica, ahora hablando con

os. Ahora, suban al auto, nos tenemo

sta tarde. Contamos con suerte que pudimos correr, pero Brad... Realmente está mal, no podemos abandonarlo a su suerte, sus padres viven en o

manda se

n el trabajo que le era imposible incluso conocer un poco acerca de la

Amand

ás, no podemos dejarlo abandonado a su suerte, no en este momento donde debemos ser más

se metió

ba, y su cuerpo no dejaba de temblar, además de que su mano presionaba fuertemente en el pecho una herida he

ban pronto, el

ería que es

de aquí y te llevaremos a un hospital para que puedan curarte, ¿Sí?-le dijo Emily

nía fuerzas para ello, era cuestión de horas p

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