embar
constante que no podía silenciar. Estaba sentada, inmóvil, mirando fijamente al fr
la figura alta de Isaac Maso
años, siempre cuidadosos, siempre
uando Isaac llegó a casa borracho. Ocurrió solo
l agua aún aferrándose a su piel, una toalla colgada baja alrededor de su cintura. Su presencia se sentía imponente cer
roma del jabón y el calor, y deslizó una
vo con firmeza. Sus ojos se bajaron, su voz
saac, pero se apartó sin decir palabra. Le dio u
enredaron aún más,
de copas, su primera vez. Isaac había prometido compensárselo de alguna
n intento apresurado por cumplir el deseo del anciano, Is
ado, arrastrándolos a un pozo de deudas. Su madre luchaba por mantener las
ía amado en secreto durante años. Así qu
sentaron los papeles y oficialmente
mbiaron votos. Y desde el princi
s años tranquil
nsó Caitlin que un día estarí
rdárselo para sí misma. No importaba cómo f
ndo su teléfono, dejado descuidadamente
ntalla hizo que el pecho de Cai
iempre había amado... pero
y Caitlin instintivamente apartó su rostro
y ligeramente desordenado. La suave iluminación hacía que sus
en las esquinas de sus ojos. Caminando hacia ella, le acarició suavemente la me
cir lo que había estado pesando en su pecho todo el día, pero antes de
r nada, se dirigió al balcón. La puerta de cristal se cer
Fue directamente al vestidor y salió vistiendo u
ía duda, iba a
da más tiempo. Viéndolo agarrar sus llaves del coche, ll
n sus labios. Sus ojos profundos brillaban con un tranquil
sus días más jóvenes, cuando todo entre ellos aún parecía nuevo. Esa misma
damente lo persiguió. "Yo... ten
ser padre. Quizás, solo quizá
para escuchar. "Hablemos mañana", di
r de su coche zumbó desde abajo, des
rro escapara. "Está bien". Nadie le respondió. Su voz se perdió en el silencio, al igual que
con los ojos bien abiertos, mirando hacia la oscuridad. Entonces
otro lado. "La condición de tu madre ha empeorado. Es gr