img Mi esposo héroe, mi monstruo  /  Capítulo 2 | 11.11%
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Historia

Capítulo 2

Palabras:2146    |    Actualizado en: 17/09/2025

e un evento silencioso y sombrí

familiares de mi vida pasada, gente con manos trabajadoras y rostros honestos, vinieron a

no est

en la acera esa mañana. Un hombre con un traje a medida, el asistente personal de Brauli

que con suficientes

decidida de Braulio. "Esto debería cubrir todos los gastos y

da de mi padre. O al

sucio contra mis dedos. Escuché al pastor decir sus últimas palabras, la lluvia mezclándose con las

edor que había comprado en

e enroscaba y se convertía en ceniza. El fuego consumió el nombre de Braulio, luego el obsceno número de

aire vacío, al fantasma de mi esposo-. ¿C

o en la brisa húmeda, desa

ver a una abogada al día siguiente. La oficina era austera y

r tranquila de mediana eda

oz era firme. Todas las lágrima

neutralidad practicada. -¿Ha discut

rza -la corregí-. Y no.

Le hablé de mi padre, de su bondad simple y su final brutal en nuestro piso de mármol. Le hab

vies se deslizó. Vi piedad en sus ojos, luego ira. Para cuan

ve pero firme-. Presentarem

ro para mí, eran una declaración de independencia. Firmé

-dijo la Licenciada Davies con delicadeza-

e-. No tomará mis ll

le entreguen los pa

e alguna manera, sabía que Braulio encontraría una manera de torcerlo,

baja- que yo firme por él? ¿Si

-Eso es muy irregular, El

ñas-. Me dará todo lo que quiera, siempre que sea diner

se sentían ajenos. Regresé a la mansión, el lugar que una vez llam

eléfono y mar

onido de música y risas de fondo antes de que conte

raída-. ¿No es suficiente el dinero? Le dije a

estaba. No menc

dinero, Braulio -

rgía muy importante. Hoy está canalizando una frecuencia cósmica particularmente po

resionante. Mi padre estaba muerto. Nuestro matrimonio

rabia hacia abajo. -He soli

ado. No de sorpresa, o t

mis abogados redacten un acuerdo. Solo dime tu precio. ¿Una casa en San Pedro? ¿Un par de

lencio, de comprar su libertad s

i voz quebrándose a pesar de

esdén-. Considéralo hecho. Yo me enc

lg

en mi oído, un sonido fin

abía aceptado. Así de simple. Nuestros votos, nuestra historia, el hombre que dijo

vo a la Lice

i voz hueca-. Dijo:

lencio al otro l

e una simpatía que Braulio nunca ofrecería-. Ven mañana. Lo firmaremos.

o había c

, ropa de mis días de universidad, una pequeña fotografía de mis padres. Todo lo que él me había dado -las joyas, la ropa de

sonal susurraba que era un "retiro espiritual" en el Caribe. Me moví por las habitaciones vacías co

cipal se abrió. Celeste entró, bronceada y radiante, vestida de lino blanco

da, de desaparecer de nuev

a serena era una máscara para

voz suave como la seda-. J

. Solo quer

impatía-. Su fallecimiento fue trágico. Su alma estaba tan... desordenada

gre se

-susurré, mi voz

ón, creo que es hora de un ritual más intensivo. Lavarás mis pies cada no

duelo, la humillación, los años

ra y fuerte en el caverno

o se endureció, la máscara de espiritualidad

es a negar

mirándola direct

y volviéndose estridente. Se volvió hacia los dos guardaespaldas qu

úsculo, dudaron. Miraron de Celeste a mí, un destello de

tó Celeste-. ¿O quie

ia mí. Me preparé, mi corazón martilleando contra mis co

a ind

en sus ojos. Levantó la mano, y el sonido de su pal

eléctrico. Mi cabeza

a, mi labio se partió y el sabor salado de la sangre llenó mi boca. El mundo se

mis oídos, podía escucha

que Braulio recogió por lástima

u pecho subiendo y bajando. Me agarr

gruñido bajo y amenaza

y pura, me llenó. Me imaginé lanzándome hacia adelante, mis manos alrededor de

iento me consumía, escuché la

tá pasan

uedó allí, observando la escena: yo, sostenida por sus hombres, mi cara mag

rco destello, se encendió en mi pecho. É

algo en sus profundidades: un destello de dolor, del antiguo Brau

mas de dolor y alivio corrie

mí a C

gimió, su voz temblorosa-. Fue irrespetuosa. Se negó a realizar el ritual de purificación. ¡Habló mal del espíritu de su

ira tan obvi

e. Miró mi rostro hinchado y sangrante. Estuvo en si

e dolor en sus ojos se había ido, reemp

ella dice. ¿Es un poco de dignidad realment

s bofetadas. Un poco de dignidad. Había reducido mi human

ad-. ¿Recuerdas lo que dijiste en el hospital? ¿D

a mención del pasado era

deberías recordar que tu padre está enterrado en un cementerio en propiedad de lo

mi padre muerto, el hombre al que había ayudado a matar, como p

de mí no solo murió. Fue extinguido violentamen

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