a Igles
en mi regazo como un pájaro moribundo. Mi teléfono vibró de nuevo. Ezequiel. Escuché en s
na, tal como lo prometí. Arreglaremos
oz asquerosamente aleg
o con Fernanda? ¡Dile
implemente apagué mi teléfono, saqué el ch
lgunas decisiones
sumergida durante una década. Una colega de la nueva oficina, una mujer amable llamada Fiona,
ano-. Quedamos muy impresionados con tu portafolio. No es frecuente que re
viejas notas de mi padre para guiarme, aprobando certificaciones, completando cursos en línea y construyendo un portafolio de proyectos personal
negro estaba lleno de mis flores favoritas, lilys, y una colección de Funkos raros que había estado tratando de encontrar durante meses. Había orque
de atrás, grabando para Instagram-. Qué románti
pejo retrovisor, ya imaginándome llorando de alegría
iloto a su lado, parecía furiosa. Tenía lo
proponer matrimonio a Fernand
hasta detenerse en medio de la carretera.
labra de esto frente a Fernanda. No q
Brenda se
tantos problemas, no te merece! ¡Cambiaste tu trasl
parte de atrás co
sí! ¡Di
a de Ezequi
de pa
brazos al cuello,
ke. Ya no te quiere. Aun as
aciencia finalm
esta tontería ahora mismo,
n el coche se
vuelo inexistente de ella, el pánico real comenzó a apoderarse de
l aeropuerto.
pareció un signo de exclamación rojo y en
helado lo invadió
mero que usted marcó no está disponible o
de nuevo. La misma vo
n la mirada a Brenda, que ahora lo observaba con
z un gruñido bajo-. Tú sabes
reír, un sonido a
quiere. Seguro ya va a
as palabras flotaran en el ai
bió su solicitud de
cía como si le hubiera caído un rayo. Sin decir otra palabra, empujó