vista d
Se llamaba Licenciado Marcos, un hombre cuya le
cio", dije, mi v
osa. "Señora Garza... Valeria.
", respond
l. "Quiero que todas las fotografías mías y
El personal había apilado los marcos de oro y plata en una alta pila. Una década de mi vida: nuestra
codicioso, consumiendo los rostros sonrientes, derritiendo la plata, convirtiendo
as fotos de
bró. Un mensa
erlo antes de lo que pensaba. Hay una
raño, una chispa frágil en la vas
gó a casa. Entró al jardín, su rostro una máscara de preoc
azos, levantándome como si fuera una muñeca rota, y me llevó a través del penth
a mi lado, sacando una gruesa
avemente. "Sé que crees que no lo entiendo
el cincuenta y uno por ciento de los negocios fachada legítimos de la Organizació
ena, forjada en oro, diseñada
erio, Valeria. Tú y nadie más
licado reloj con incrustaciones de diamantes. Lo abrochó alrededor de
ciando el punto de mi pulso. "Así siempre sabré que estás
No era por seguridad. Era
y peligroso que reservaba para las órdenes, no pa
ije
moroso apoyando a su esposa afligida. Anunció la transferencia de acciones, pintándola como un tributo
la verdader
etumbando, "tengo una sorpresa para mi hermosa esposa.
niño pequeño, no mayor de cuatro años, salió
ficialmente a un h
¡Mami!", gritó, la palabra sonando ensayada, una líne
te de la traición de mi esposo en mis brazos mientras las cámaras de
apareció, corriendo al escenario con
ar tiene una alergia severa, no puede estar cerca de las flores". Estaba vestida como una trabajador
partándola. "¿Qué significa esto?", siseó, lo suficientement
usión se hizo añicos en el momento en que la puerta se cerró. No la s
lo que pensaba", mur
Tú no te quedas
no antes de que el niño, César, me vier
flejo de Karla. "Tú no eres mi mamá", escupió, y luego clav
jos de Elías me recorrieron, luego el ras
volvió hacia Karla, su expresión suavizándose al instante
me enviaba a casa c

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