ista de Ji
i pantalla se hacían más profundos. Las acciones de Industrias Montemayor estaban ahora su
respondí con
blar, demuéstrame
egó en menos de
acer. Lo arregla
o con una corriente subterránea que no podía descifrar del todo. Una extraña sensación de conf
soluta. Capital Garza funcionaba con una eficiencia despiadada, y yo era su motor. La traición y el desamor eran emoci
es de naranja y púrpura. Sentí que una pizca de la tensión en mis hombros comenzaba a alivia
ra mi mejor amiga, Maya. Su
oticias? ¿Has visto las r
ndo el volante. "He estado
abras saliendo a toda prisa. "El edificio de Capital Garza. Está t
mó en mi estómago. No por
el mundo que tú lo has empujado a esto. Que tu 'crueldad' y tu 'negativa a dejarlo ir' no le han de
extraña confianza en su
ñado para usar la simpatía pública como arma y convertirme de una mujer agraviada en una
te. Y era d
o tranquilo, era una tormenta de furia al rojo vivo. Estaba usando la forma más extrema de
ue irme", dije
Jimena! ¡Es una t
l lodo desde la cima de mi edificio. No voy
ando en protesta. Mis nudillos estaban blancos en el v
estaba él, su rostro pálido y surcado de lágrimas, el viento azotando su cabello
bio de mensajes. Mi mensaje -Si quieres hablar,
puesta. Me pidió una muestra de sinceridad. Supongo que esta es la única que me queda por dar. Si muero es
r. Había torcido mis palabras, las había convertido en un arma y se habí
asiento del pasajero
o del rascacielos. Patrullas, camiones de bomberos, una ambulancia. Un enorme colchón inflable estaba siendo instalado en la calle
. No me detuve en el vestíbulo. Tomé mi elevador privado directamente al
trolado. Oficiales de policía, negociadores de c
stre de lágrimas y maquillaje. Eugenio estaba de pie, rígido, su rostro ce
camente, una imagen perfecta de una amante angustiada. "¡Andrés, no! ¡Por favor! ¡Es mi
. Un circo de tres pis
guridad de cristal, estaba Andrés. Su espalda daba a la ciudad, el viento tira
s sostenía un teléfono, la transmisión en vivo aún en marcha,
un intento
ión en vivo de

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