ó Caylee, pero el ce
decir y luego terminó la llamada. Con una cortés inclinación de cabeza, d
nto adecuado para presionar a ese hombre por respuestas, así q
ada por todos los acontecimientos del día, así que se des
fierno floreciendo a su alrededor. El calor, el humo y el olor metálico de la sangre llería responder, escapar, pero sus extremidades no obed
istal se agrietó. Al instante, el calor y el humo irrumpieron, sise
a devorada por las llamas, una m
ngo!", exclamó una v
uina de sangre y ceniza, pero sus ojos estaba
como si fuera un salvavidas. Lo conocía. Po
e de su verdadero salvador flotaba
pecho y le susurró con la voz entrecortada:
piel. Además, tenía la espalda empapada en sudor. Al instante siguiente, se llevó una mano al pecho, como
accidente de tres años atrás. Sin embargo, la persona qu
bía salvado la vida? Esa pregunta daba
día tenía una cita con Gerald Walsh, así que se levantó y se salpicó la cara con agua fría. Le palpitaba la cabeza y sentía que la
elada, pues Brett estaba allí, con la mano l
lla, en un tono gélido y cortante, bloqueándole el pa
e cómo solías correr detrás de mí como...?", comenzó él, con la mandíbula apretada
cidente de hace tres años, ¿realmente fuiste tú quien
peó con fuerza, de
había aparecido de la nada, bloqueando el vehículo que debía matarla. Los médicos habían dicho en
sa y su disposición a quedarse con él provenía en gran parte de pensar que le debía la vida. Si Caylee se daba cuenta de la verdad
hice por ti? De acuerdo. Consígueme el proyecto Walsh y estaremos en paz. Considera tu
lgo más...", replicó su exesposa, mirándolo fijamente, mientras sentía que le palpitaba la cabeza.
cordaste?", inquirió él
necesitaba. Al instante siguiente, se le escapó una risita cargada de alivio. Por primer
desdén. Después, le dijo: "Me alegro de haberte dejado. Tendrás el trato con Walsh, p
fin veía
recordara todo. Luego, procesó el precio que le ha
ones? ¡Te volvist
to te generará mucho más. Y ni creas que puedes negociar conmigo. S
ensaba entregarle el proyecto a Caylee, y
mo esa no desaparece tan fácilmente. Además, todavía no se han finalizado lo
achetada, que resonó en el aire. No se contuvo a la hora de go
unzada le atravesó la cabeza y su visión se oscureció. Al instante siguiente, sintió que su
hica: sangre, llamas y un par de ojos llenos de dolor, rebosantes de tris
encontrarías...", susu

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