da la calle vacía, esperando encontrar a alguien qu
sería su siguiente paso. ¿Debería pedir ayuda? ¿Quizá llevar al
del niño se volvió rápido y frenético, y su boq
rendida por lo suave y cálida
e había anhelado una y otra vez durante años, solo para que el dest
pobre criatura tenía hambre. Eso
berón y un puñado de pañales. Eso era todo. Ni carta, ni pista, ni siquiera un nombre. La ausencia de
ni un segundo más. Agarró la bolsa y cargó al pequeño escale
abía obsesionado con los libros sobre el cuidado de los niños, convenc
a hervir. Mientras esperaba, le aflojó suavemente la manta que lo en
dito y perfecto, de unos tres meses. N
os por pestañas húmedas y rizadas. Frunc
a Allison se le derritie
omún, sin ofrecer ninguna pista sobre su pro
o. En cuanto el biberón tocó sus labios, se prendió y bebió con
ían pesados y se cerraban lentamente. El calor de su di
un bebé, tan delicado y pequeño. Con razón
to: un futuro para siempre estéril,
antes de que pudiera terminarse el biberón. Calentito, conten
o a la policía en cuanto comiera. Pero al acunar ese bul
as caminaba por su apartamento co
posible echó raíces:
se había desmoronado desde que terminó su matrimonio, todo porque no había podido darle un hijo a Kyle. Aho
ía a buscarlo, se lo devolvería sin cuestionar nada. Hasta entonce
bien al bebé y entró en la com
ntes casi no reaccionaron. La guiaron junto al niño a un orfanato en ruinas, cuya pintura
es tan suaves, contrastaba con los niños de rostro
ó un cheque para el orfanato y firmó los formularios corre
curiosos saludaban a ella y al bebé mientras se acomodaban. Cuando alguien le pregunta
las cosas pequeñas, y el dolor por su matrimonio fallido se fue a
antes de que se diera cuent
su hijo. "Lucas, ¿puedes decirme por qué le pegaste a tu amigo?",
mirada con desafío desde su rincón. "¡Me quitó el juguete y
la respuesta. ¿Y si lo hubieras lastimado de verdad? ¿Lo entiendes?". Su pecho subía y bajaba mientras i
de veinte personas, pero mantener a raya a
don para meterse en problemas, y todos los vecinos parecían tener una queja q
Archie me quitó mis bocadillos, así que le di su merecido. Los hermanos Smith soltaron a su perro para que at
la nariz, demasiado agotada para responder. Cada vez que intentaba reprend
raban y se quedaban a su lado, mientras que otros tramaban ve
nsamientos. La voz de una mujer se escuchó a través de la ventana abierta. "¡Allison! ¡Baja! ¡T
de todo, con el pelo revuelto y la ropa desordenada, mientras una
y suspiró por dentro. Luca
ó atrapar a su hijo. Lucas, reconociendo la amenaza
ison y murmuró: "Sin padre cerca, no es de extrañar que el niño sea así. Si
l comentario y f
s se esparcían rápidamente. La llegada de una mujer c
ue vestía, sobre lo cómoda que par
aunque nadie lo había visto nunca. La mayoría
más lo observaba, más se preguntaba si no sería hora de volver a Streley. El niño se volvía más salvaje con cada día que pasa
arlo al mismo lugar donde una vez vivió Kyle la dejaba inquieta. En los últimos
a las cosas simples. "Tu padr
los chismes de los vecinos la irritaban, el

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