ño: no se molestó en ocultar la pantalla y escribió rápidament
al menos no estorbes. Pórtate bien, ¿de acuerdo?", dijo su
fue sin mirar atrás. Ella se
hubiera roto en pedazos, tanto dolor
l instituto para su registro y luego se fue a
res días siguientes, y ell
pues ya no habí
uvo ocupada ordenando sus cosas, cualquier cos
orme que hicieron en su primera cita, una pequeña piedra en forma de corazón de una noche bajo el cielo estrellado en la montaña
s cosas con la esperanza de que algún día se sentar
roma cruel. Sin vacilar, arrojó los
cluso el anillo de matrimonio), los alineó, les tomó fotos y le envió un mensa
de que el amor, por muy deslumbrante que fuera,
ue su solicitud para unirse al proyecto de inve
nquilidad antes de que
fue al centro comercial. Pero cuando bajaba por las escaleras eléctri
y agarrada del brazo de esa tal Haley, como si fueran amigas de toda la vida
por días, colocando con cuidado una brillante pulsera de diamantes e
como una familia perfecta. Una
u buen gusto con un brillo en la mirada y le entr
mento estaba cargado
suya. Era su dinero el
os, acceso prioritario a las nuevas colecciones, todo g
acercarla a su suegra, ahora se estaba u
la tarjeta de la mano a la vendedora atónita y dijo
Señora, es una tarjeta prémium. No
mitad y la arrojó a la papelera cercana
a a Cora en la mejilla y siseó: "¿Qué te pasa? ¿Acaso
achable, y Bagazo siempre había sido elogiado
tratado con indiferencia. Y después de la boda, esa frialdad no hizo más que aumentar. P
llada, para no poner a su esp
ruida sobre el amor, fina
motivos para
os bofetadas secas que cayeron
nció a todos a
os financieros como una leyenda, y ahora estaba allí, c
ó las mangas como si estuviera dispuesta a
n alto. "Si vuelves a ponerme una mano encima, lo gol
agarró el pecho, sin aliento. "¡Bagazo! ¡Mírala!
sonrisa fría. "Dime, Bagazo, ¿no tení
un paso adelante y la agarró de la muñeca, murmurando entre d
rastrando la mano de él hacia la cintura de ella y quejá
llamándolo "cariño" una y otra vez,
bras de consuelo en achure
anos y cómodos, hizo que Cor
a habló, con su achureño
cente. Te estás acostando con el marido de otra mujer, ni se te ocurra negarlo. Si el achureño no te sirve, podemos
y se puso roja
chureño con tanta perfección. ¿No había dicho Bagazo que
ció y su tono rígido: "Cora...
uchillo que se retorcía aún más
urvaron en una
u voz era afilado como una navaja. "Adelante, disfruta de tu
dio la vuelt
zlyn y Haley se aferraron cada una a u
ergonzada! ¡¿Cómo se atreve a poner
es, y Bagazo siempre las había ignorado. Pero por algun
rmuró, sacudiéndoselas de en
zarla justo cuando lleg
náuseas la invadió y se la sacudió con asco. "¿Qué pasa, señor
solo una amiga. ¿Por qué te pones tan celosa? ¿No puedes s
isa seca y llena
al final, siempre terminaba sien
tro a ti y a tu amiguita en la cama, ¿debería sonreír, cerrar las cor
ojos brillaron con furia. "¿Cuántas veces
de Cora goteaba ironía mient
ona, teñida de algo más afilado
Haley y tú han hecho, hasta el último detalle". Se inclinó ligeramente, y susurró con voz ca
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